• La iniciativa cuenta con la participación de la comunidad de Chilloroya (Chumbivilcas)y ha permitido la reducción del consumo de agua del Bofedal hasta en un 90%, garantizando su existencia como fuente de agua y vida.

En reconocimiento a su compromiso ambiental con las comunidades del área de influencia de la mina Constancia, la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE) ha otorgado a Minera Hudbay Perú el Premio Especial de Gestión Hídrica (en la categoría de Gestión Ambiental), por su proyecto enfocado en la recuperación y uso eficiente del agua del Bofedal de Cochapampa, ubicado en la comunidad de Chilloroya, distrito de Livitaca, provincia de Chumbivilcas (Región Cusco).

Esta iniciativa, que forma parte del Plan de Compensación Ambiental de Hudbay, ha permitido a los pobladores de Chilloroya reducir el consumo hídrico del Bofedal hasta en un 90%, garantizando de este modo sus actividades económicas y su calidad de vida. Esto ha sido posible luego de una serie de acciones ejecutadas, como el desarrollo de una nueva actividad económica, la disminución de la carga ganadera (hasta en un 60%), así como una menor actividad de pastoreo en el bofedal.

Los bofedales son áreas húmedas constituidas por la acumulación de agua de origen glaciar y lluvias, que se forman en zonas montañosas y altiplánicas, generalmente a altitudes superiores a los 3,800 metros. Son considerados ecosistemas valiosos y frágiles.

“Un aspecto crucial a subrayar es que este proyecto ha consolidado la confianza de la comunidad en la empresa minera. Los residentes de Chilloroya no solo han expresado su respaldo de manera tangible al aportar una contrapartida económica, sino que también han demostrado su convencimiento en la viabilidad del proyecto gracias a los progresos alcanzados. Estas acciones refuerzan la relación entre Hudbay Perú y la comunidad, evidenciando un compromiso mutuo con iniciativas que los beneficien”, resaltó Iván Salas, Supervisor Senior de Biodiversidad y Cierre de Hudbay Perú.

Hoy, luego de 3 años de trabajo, la comunidad desarrolla una nueva actividad económica, alternativa a la ganadería, como es el cultivo de fresas, la misma que se ejecuta en 15 invernaderos construidos como parte del proyecto y que ahora le generan a la comunidad ingresos adicionales en el corto plazo. Incluso la comunidad financió la construcción de 3 invernaderos más por su cuenta, valorando su rentabilidad.

Cabe señalar que, por ejemplo, para producir un kilo de carne de res o un kilo de queso se necesitan 10 mil litros de agua, y para producir un litro de leche de vaca se necesitan 1000 litros de agua, extraídas del bofedal, lo que ocasionaba que en época de seca las familias de la comunidad casi no produzcan y se afecten económicamente. En cambio, hoy producir un kilo de fresas les demanda entre 180 a 200 litros de agua (casi la décima parte).

Un elemento adicional que se valoró también para la entrega del reconocimiento es la inclusión en el proyecto de todos los miembros de las familias, con lo que se ha logrado, por ejemplo, la participación de un 65% de mujeres de la comunidad de Chilloroya.