Bolivia, un país sudamericano conocido por su abundancia en recursos minerales, vuelve a ser el centro de atención en la industria de la minería. Según informó recientemente el presidente Luis Arce, el país posee una estimación revisada de 23 millones de toneladas métricas de litio, un incremento en comparación con la estimación previa de 21 millones.

Este nuevo total, resultante de exploraciones realizadas en más de 66 pozos en los salares de Coipasa y Pastos Grandes, solidifica la posición de Bolivia como líder mundial en recursos de litio.

Las perspectivas de Bolivia en la minería no se limitan al litio. El país es también un destacado productor de plata, zinc, plomo y estaño. Sin embargo, es el litio, el metal blanco crucial para las baterías de los vehículos eléctricos, lo que ha catapultado al país a la cima de las atenciones globales.

“Conversaciones Internacionales y Acuerdos de Inversión”

En el marco de esta creciente importancia, el Gobierno de Bolivia ha iniciado conversaciones con la Unión Europea para explorar posibles inversiones en sus proyectos de litio.

Durante una reciente cumbre en Bruselas, hubo expresiones de interés no sólo en el litio de Bolivia, sino también en otros minerales y metales que se extraen en el país.

Además, Bolivia ha consolidado acuerdos con empresas de Rusia y China, las cuales se comprometieron a invertir un total de $2,800 millones de dólares para industrializar los recursos de litio de Bolivia en el primer semestre de este año.

El llamado “triángulo del litio” de Sudamérica, que incluye a Bolivia, Argentina y Chile, alberga más de la mitad de los recursos mundiales de litio, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). Pero entre estos, Bolivia se destaca con reservas que superan a las de Argentina y Chile, con 20 y 11 millones de toneladas métricas respectivamente.