La minería ha sido la columna vertebral de muchas economías a lo largo de los años, siendo Chile uno de los principales actores en el mercado del cobre. La chilena Codelco, la mayor productora de cobre del mundo, está dando un paso audaz hacia el futuro. Según fuentes cercanas, la empresa planea terminar sus contratos a largo plazo de venta de concentrado de cobre a sus clientes chinos a partir de 2025.

Un Cambio en la Estrategia de Venta

Este movimiento no es simplemente una terminación de los acuerdos existentes. Es una reconfiguración estratégica. Codelco desea reemplazar sus acuerdos de concentrado de cobre exclusivamente por contratos que incluyan tanto el concentrado como productos intermedios de valor agregado. Estos productos intermedios, como el blíster y los ánodos, derivados del concentrado, pueden convertirse en cobre metálico o cátodos. Aunque algunos clientes chinos han mostrado su descontento ante estos cambios, la realidad del mercado es clara: se esperan déficits, y necesitarán los concentrados de Codelco.

Razones detrás del cambio

Si bien podría parecer una táctica agresiva, la decisión de Codelco tiene su justificación. La incertidumbre sobre si podrían cumplir con sus obligaciones contractuales ha llevado a la minera a reestructurar sus acuerdos. No obstante, según la misma Codelco, estos cambios no obedecen necesariamente a una menor producción o disponibilidad, sino a una “gestión normal de la cartera de productos comerciales”, actualizando contratos según la dinámica del mercado.

Desafíos y el panorama global

La realidad es que Codelco enfrenta problemas operativos. Su producción ha disminuido, alcanzando cifras que no se veían desde hace un cuarto de siglo. A pesar de las inversiones multimillonarias en minas icónicas como El Teniente y Chuquicamata, los costes han aumentado drásticamente. Con China siendo el mayor comprador mundial de cobre y representando más del 60% de todas las importaciones, es esencial para Codelco mantener y fortalecer esa relación. Las predicciones apuntan a un déficit en el mercado global de concentrados de cobre para 2025-2027, especialmente con las fundiciones asiáticas y africanas expandiendo su capacidad.