El Perú se ha consolidado como uno de los principales productores de cobre a nivel mundial, gracias a sus vastos depósitos minerales y a la inversión continua en tecnología y desarrollo minero.
Este metal, esencial para diversas industrias globales, se ha convertido en un pilar económico crucial para el país. Se prevé un incremento del 10% del precio del cobre, lo que equivale un aumento del 0.1% a 0.4% del Producto Bruto Interno (PBI), según el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). Sin embargo, la minería también presenta riesgos que deben ser gestionados cuidadosamente para proteger la extracción de este metal.
“En Perú, la reactivación del proyecto Tía María, la ampliación de Toromocho (fase 2) o el proyecto cuprífero Zafranal son algunos de los atractivos proyectos que desempeñan un papel fundamental en la economía peruana. La industria del cobre en Perú ha estado adoptando tecnologías más limpias y prácticas más sostenibles, lo cual facilita su extracción” afirmó Javier Aravena, financial leader en Antara Mining.Playvolume
Todo esto incluye la implementación de sistemas de gestión ambiental, la reducción de emisiones y el uso eficiente del agua. Estas iniciativas no solo buscan minimizar el impacto ambiental, sino también asegurar la viabilidad a largo plazo del sector. Frente a ello, Aravena nos comenta cómo se realiza una extracción adecuada del cobre:
– Implementación de tecnologías avanzadas. Esto incluye el uso de equipos automatizados, softwares de trazabilidad y tecnologías de inteligencia artificial para prever y mitigar riesgos. Las innovaciones tecnológicas no solo aumentan la eficiencia operativa, sino que también reducen la exposición de los trabajadores a condiciones peligrosas.
– Cumplimiento riguroso de normativas y regulaciones. Las empresas deben adherirse a estándares ambientales y de seguridad, implementando medidas que minimicen el impacto ambiental y protejan la salud y seguridad de los trabajadores. La auditoría regular y la transparencia en las operaciones son esenciales para mantener la confianza de las comunidades y los reguladores.
– Fomento de prácticas mineras sostenibles. Esto implica adoptar prácticas que reduzcan la huella ecológica, como la gestión eficiente del agua, la reducción de emisiones y el manejo responsable de los residuos. Las empresas mineras deben trabajar en colaboración con las comunidades locales para asegurar que los beneficios económicos de la minería se compartan equitativamente y que se protejan los recursos naturales.
La colaboración estrecha y la transparencia entre las empresas mineras, el gobierno, las comunidades locales y otros actores interesados son esenciales para una extracción segura y exitosa de cobre en el Perú.
“La comunicación abierta y la participación activa de todas las partes interesadas aseguran que se aborden adecuadamente las preocupaciones y se implementen las mejores prácticas de manera consistente. La transparencia en las operaciones y la responsabilidad compartida fomentan la confianza y la cooperación, creando un entorno propicio para el desarrollo sostenible y seguro de la industria minera del cobre en el Perú.” concluyó Aravena.