“El cambio climático es una amenaza mucho peor que la pandemia y la recesión económica juntas”, advirtió la exministra del Ambiente, Fabiola Muñoz, durante el debate sobre «El cambio climático y la minería», tema expuesto en el reciente Jueves Minero, evento organizado por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú.
La abogada enfatizó que es necesario actuar con un mayor sentido de urgencia para afrontar esta nueva realidad ambiental que no solo se manifiesta en nuestro país, sino en todo el mundo, y que traerá consecuencias gravísimas para la existencia humana por efecto principal del aumento de la temperatura global.
En ese sentido, resaltó que la industria minera está asumiendo un mayor liderazgo para mitigar los efectos del cambio climático a través de la adopción de programas de innovación y responsabilidad ambiental dentro y fuera de sus límites de operación, tal como sucede, por ejemplo, en Quellaveco.
“En el Perú, Anglo American ha anunciado que el proyecto Quellaveco contará con energía renovable para todas sus actividades. Si las 10 empresas mineras más grandes tomaran esta misma decisión, marcarían el inicio de la transformación de la cultura de consumo energético nacional”, reflexionó.
No obstante, subrayó que el sector minero debe trabajar en coordinación con instituciones públicas para fomentar cambios que se requieran en el esquema normativo y que estos impulsen una mayor repercusión de sus acciones de gestión ambiental en pro la biodiversidad y la sociedad en su conjunto.
“Hoy, los planes de inversión público-privado en economías más avanzadas, como Australia y Reino Unido, están enfocados en la reconversión de su matriz energética a fuentes renovables. En muchas de sus comunidades se han implementado granjas solares y parques eólicos. Esto podría imitarse en el Perú”, destacó.
Mineras resilientes
En tanto, Jorge Chávez, gerente general de EnvPhys, precisó que el cambio climático ha generado un mayor involucramiento de asociaciones representativas del sector minero, como el Consejo Internacional de Minería y Metales (ICMM), que ha propuesto a sus integrantes la meta de cero emisiones al 2050.
“Este pacto consiste en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en tres niveles: operativo, energético y proveedores. La mayoría de compañías mineras suscritas al ICMM ha aceptado este acuerdo, incluyendo Minsur, para la adopción de tecnologías de menor impacto ambiental”, expuso.
De esta manera, acentuó que las operaciones mineras poseen resiliencia ante los cambios climáticos, debido a que sus criterios de diseño consideran períodos extremos, como la disminución o incremento de la precipitación. Dependiendo de los riesgos que impliquen estos efectos, los criterios de diseño podrán ser revalidados o modificados para tomar las medidas de prevención.
Economía circular
Por su parte, Carlos Loret de Mola, exviceministro de Gobernanza Territorial de la PCM, contextualizó que el acuerdo mundial de cero emisiones de carbono al 2050 ha recibido el respaldo de organizaciones que se creían impensables hasta hace algunos años, como el sector de hidrocarburos.
Explicó que el cambio climático también ha repercutido en los objetivos de inversión de la banca y el financiamiento, por lo que este rubro está priorizando la colocación de capital en actividades económicas que sean compatibles con la reducción de la huella de carbono y la remediación de sus pasivos.
“La minería está aplicando la economía circular para transformar y reutilizar sus residuos. Hay casos donde los relaves mineros son utilizados para la fabricación de ladrillos, mientras que la zeolita se usa en el desarrollo de infraestructura en zonas que no cuentan con cemento ni asfalto”, ejemplificó.
IIMP