En 2022, Dinson Iron and Steel Company —filial del gigante chino Tsingshan Holding Group— encendió por primera vez sus hornos en Zimbabue, marcando un hito industrial para el país. En apenas tres años, la empresa ya planea duplicar su capacidad de producción, anunciando una inversión de 800 millones de dólares que podría transformar el panorama siderúrgico nacional.
Con esta inversión, la planta de acero, que actualmente produce 600,000 toneladas métricas anuales, se ampliará hasta alcanzar 1.2 millones. Este crecimiento no solo busca posicionar a Zimbabue como un actor relevante en la producción de acero en África, sino que también refleja la confianza de Tsingshan en el potencial económico y minero del país.
Wilfred Motsi, director del proyecto, explicó durante una visita guiada a medios que los recursos se destinarán a construir una nueva planta de fundición, instalaciones de laminado y una central de procesamiento, completando así el ciclo productivo del acero. Aunque la infraestructura está casi lista para comenzar la expansión, la empresa evalúa cuidadosamente la demanda regional antes de avanzar.
Motsi enfatizó que, aunque están preparados para la siguiente etapa, deben asegurarse de que el mercado pueda absorber un incremento tan significativo. Esta visión prudente resalta la estrategia responsable de Tsingshan para maximizar el impacto y la sostenibilidad de su inversión.
Una pieza clave en la primera fase fue la construcción de una central térmica de 50 megavatios, diseñada para garantizar la autonomía energética de la planta. En un país donde la electricidad es un desafío, esta planta reduce la dependencia de la red nacional y aprovecha los gases residuales del proceso de fundición para cubrir cerca del 20 % del consumo energético, combinando innovación y sostenibilidad.
Tsingshan no solo opera en la siderurgia, sino también en la extracción de ferrocrómico, carbón coquizable y litio en Zimbabue. Este enfoque multiproducto fortalece la cadena de valor, reduce costos logísticos y asegura suministros clave, consolidando al grupo como uno de los principales inversionistas extranjeros en minería y metalurgia del país.
El gobierno zimbabuense recibió con entusiasmo la ampliación. Jenfan Muswere, ministro de Información, destacó que esta inversión reducirá la factura de importaciones de acero, que hoy supera los mil millones de dólares anuales. Con una producción local fortalecida, Zimbabue podría incluso exportar a mercados vecinos como Sudáfrica, Mozambique y Zambia.
Además de los beneficios económicos, la inversión promueve el empleo local y la transferencia tecnológica. Cada fase del proyecto ha implicado la capacitación de cientos de trabajadores zimbabuenses, quienes ya operan maquinaria con estándares internacionales. El desarrollo de proveedores locales e infraestructura complementaria también impulsa el crecimiento en regiones previamente marginadas.