Teck Resources, una de las principales compañías mineras en la producción de cobre a nivel global, ha decidido pausar temporalmente sus planes de expansión. Esta decisión busca concentrar todos los esfuerzos en estabilizar la operación de Quebrada Blanca Fase 2 (QB2), su ambicioso proyecto ubicado en el norte de Chile. Más que una simple medida operativa, este repliegue estratégico refleja las crecientes presiones que enfrentan los grandes proyectos mineros para cumplir con sus cronogramas, presupuestos y compromisos ambientales.
La decisión surge luego de una revisión interna iniciada en agosto, cuyo resultado se espera para octubre. Hasta entonces, Teck no aprobará nuevas iniciativas de crecimiento. El foco inmediato está puesto en resolver problemas técnicos que han impedido alcanzar una producción sostenida desde que la mina entró en operaciones. El mayor obstáculo se encuentra en el sistema de manejo de relaves, donde la lentitud en el drenaje de los materiales ha limitado el procesamiento y, por ende, la producción.
Para superar este cuello de botella, la compañía ha diseñado una serie de intervenciones técnicas urgentes. Entre ellas se contempla la elevación mecánica del muro de la presa, la incorporación de secciones rocosas y la mejora del sistema de drenaje. El objetivo es claro: lograr la estabilidad operativa antes de que finalice el año. Estos trabajos se realizarán en paralelo con una reestructuración organizacional que refuerce el liderazgo en la región.
La mina QB2 es uno de los proyectos más importantes de cobre en América Latina. Su construcción demandó una inversión de 8.5 mil millones de dólares, con un sobrecosto que duplicó el presupuesto original. Estos retrasos y dificultades técnicas han generado cierta inquietud entre los inversionistas, que ahora observan con cautela los pasos de la minera canadiense.
El propio CEO de Teck, Jonathan Price, ha enfatizado que estabilizar Quebrada Blanca es la prioridad número uno. En esa línea, se han realizado cambios en la estructura directiva, nombrando nuevos vicepresidentes para América Latina y América del Norte, quienes reportarán directamente a la máxima autoridad de la compañía. La intención es imprimir mayor velocidad y control en la toma de decisiones operativas.
La reacción del mercado ha sido mixta. Mientras que desde RBC Capital Markets advierten que la pausa podría percibirse como una señal de debilidad por la suspensión de planes de crecimiento, otras entidades como BMO Capital Markets consideran que se trata de una medida prudente. Si se implementa con éxito, podría traducirse en mayor eficiencia operativa y reputacional a mediano plazo.
En el contexto global, Chile continúa siendo un país estratégico para el suministro de cobre, concentrando alrededor del 30 % de las reservas mundiales. La ubicación de QB2, en la Región de Tarapacá a más de 4,400 metros sobre el nivel del mar, y su potencial de producción superior a las 300,000 toneladas anuales de cobre fino, refuerzan su rol clave en la cadena de valor global del mineral, especialmente en el marco de la transición energética.
Aunque el proyecto enfrenta desafíos, Teck mantiene su compromiso con el desarrollo de largo plazo. Esta pausa no significa una renuncia, sino una acción correctiva necesaria en un entorno donde la presión por resultados sostenibles es cada vez mayor. La lección es clara: incluso los gigantes del sector deben adaptarse a las exigencias técnicas, sociales y ambientales del nuevo escenario minero global.