Un concepto que sirve para medir cómo avanza la inversión pública es el nivel de ejecución del presupuesto para proyectos. Parte de esos recursos se explican por el canon y regalías, por ello Gestión revisó los resultados de las 20 municipalidades que el año pasado recibieron los mayores montos provenientes del llamado rubro 18 (canon y sobrecanon, regalías, renta de aduanas y participaciones).

Resalta, entre todas, el caso de la municipalidad distrital de San Marcos, ubicado en la zona influencia de la minera Antamina, en Áncash. A la fecha, el distrito registra 0% de avance en ejecución de su canon, sobrecanon y regalías para obras, según Transparencia Económica del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) al 10 de febrero.

Este municipio dispone de S/ 538.2 millones asignados proveniente del rubro 18. Cabe mencionar que el monto con el que cuenta este distrito -y, en general, los gobiernos locales- se actualizará con el próximo desembolso por este concepto, de acuerdo a ley.

El caso de este distrito es ilustrativo. Los expertos en minería e inversión pública consultados por Gestión, insisten enel fracaso de la fórmula actual para la asignación del canon. En ese frente, proponen una revisión del mismo, fijando un mecanismo por escalas. Además esperan que el Congreso de la República inicie la revisión de la propuesta del Poder Ejecutivo para crear un fondo de estabilización de estos recursos.

Mucho canon, poco avance

Entre las 20 municipalidades con más canon, sobrecanon y regalías para obras, aún los avances son acotados. Entre todas, concentran S/ 2,832.7 millones asignados, de los cuales ya se invirtió 2.9%. El monto podría incrementarse en los próximos meses ya que, según la misma ley del canon, transferencias como las mineras se realizan en el mes de junio en una sola “armada”.

Del grupo, el municipio distrital de San Marcos resalta porque tiene 0% de ejecución. Como informó Gestión, el año pasado esta municipalidad registró el menor ratio de ejecución de proyectos en todo el país, con solo un 34.5% de avance (de S/ 660.1 millones).

En el frente contrario, la municipalidad distrital de Ilabaya, en Tacna, es la que más recursos provenientes del rubro 18 ejecutó entre los 20 municipios analizados. A la fecha, registra un avance de 8.6%, al haber devengado S/ 8.3 millones de los S/ 96.5 millones de los que dispone. En 2023 llegó a ejecutar el 97% de su canon en proyectos de inversión, con S/ 188.8 millones desembolsados.

Evitar el “sobrecanon”

Para el exministro de Energía y Minas, Luis Miguel Incháustegui, es lamentable que situaciones como las de San Marcos y su canon se repitan año a año, lo que plantea una urgencia por mejorar el sistema de repartición de estos recursos.

“Lo que debería hacerse es buscar una fórmula de distribución con áreas más amplias, que no solo incluya zonas de influencia directa, sino otras que de alguna forma tienen implicancias por la actividad minera”, señala el exfuncionario a Gestión.

En ese sentido, saluda la propuesta recientemente reseñada por este diario del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), que plantea “fondos intertemporales”, bajo una mirada de ordenamiento territorial.

“Plantea que se hable de áreas de desarrollo minero. Hemos cometido el error de poner al centro a la minería, cuando debería estar ahí el progreso del territorio. El objetivo del canon no es transferir dinero. En una primera etapa, se trata del cierre de brechas, de ahí hay que promover la diversificación productiva, más allá de la mina”, refiere Incháustegui.

El exministro también recuerda que existe una propuesta del Poder Ejecutivo para crear un fondo de estabilización del canon, que actualmente espera ser discutida en dos comisiones del Legislativo: Economía y Presupuesto. “Está ahí hace un año. Sería positivo, ya que busca que se guarde una parte del canon para cuando los precios de los metales y la producción estén bajos”, asegura.

Para Camilo Carillo, Associate Partner en Infraestructura de EY, si bien el fondo sería útil porque que daría predictibilidad sobre los recursos por recibir, solo resolvería una parte del problema de repartición.

“El fondo es una buena idea, claramente hará que más personas se beneficien, pero debes unirla a mejoras a la regla, que hoy es igual para todos”, indica a Gestión.

Por ello Carrillo propone que, conjuntamente con el fondo, se promueva un ajuste a la ley del canon que establezca un umbral escalonado de repartición, en base a determinada cantidad de Unidades Impositivas Tributarias (UIT).

“Cada vez que se superen las UIT, el dinero restante pasaría al nivel de gobierno inmediatamente superior. Evitaríamos casos como que el distrito de Yarabamba, en Arequipa, reciba S/ 100 mil de canon por habitante, mientras que la municipalidad provincial solo S/ 20, cuando tiene más población. No es razonable”, señala.

A espera de que el fondo de estabilización avance en el Congreso, el Gobierno recientemente habilitó a los gobiernos subnacionales para que puedan financiar bonos de vivienda, utilizando recursos del canon, a través del programa Techo Propio.

Para Incháustegui, este mecanismo es una buena idea, pero no evita que los posibles proyectos de vivienda se paralicen. “Tristemente del 60% que se ejecuta, no todos son proyectos sostenibles. En algunos casos hay hasta corrupción. Hace falta asistencia técnica y transparencia”, lamenta el exministro.

Carrillo, por su lado, señala que el acceso a vivienda es clave para el desarrollo. “También está ProCompite, del Ministerio de la Producción (Produce), que permite usar recursos de inversión, incluido el canon, para que los gobiernos subnacionales promuevan proyectos. Ayudaría a generar negocios alternativos a la minería”, agrega.

Alessandro Azurín – Gestión