Quellaveco, considerada la última gran inversión minera en Perú, recibió la noticia de la Autoridad Nacional del Agua (ANA) para su continuidad, ¿en qué sentido? La operación de cobre de AngloAmerican obtuvo un fallo favorable del tribunal de esta entidad que ratifica la legalidad de su licencia de uso de agua. Con ello, especialistas aseguran a Gestión que se da un mensaje atractivo para otros inversores interesados en emprender proyectos de similar magnitud a la mina en Moquegua.
Este caso inició a finales del 2022, mismo periodo en el que la mina obtuvo su permiso para iniciar operaciones comerciales. Comunidades del Valle del Tambo cuestionaban que las fuentes de agua de Quellaveco eran las mismas destinadas a actividades agrícolas, lo que complicaría su abastecimiento.
Con la ratificación de la licencia para la mina de AngloAmerican, se cierra un caso interesante a considerar para el resto de inversiones mineras, ya que la ANA hizo un análisis técnico de la sostenibilidad de uso de un recurso escaso, como es el agua, para un proyecto minero que demandó US$ 5,500 millones de inversión, como es Quellaveco.
Trascendencia
La licencia de uso de agua, explica Julián Li, socio del área de Recursos Hídricos del Estudio PPU que asesoró a AngloAmerican en el proceso ante la ANA, es la última instancia administrativa final ante esta entidad para un proyecto minero.
“Para llegar a la licencia, tienes que pasar por otros procesos: hay una etapa de estudios, de acreditación de disponibilidad hídrica y la autorización de ejecución de obra. En en análisis de la licencia, no se pueden cuestionar fases previas porque sino no habría seguridad jurídica para una inversión millonaria como la minera”, explica.
Para el fallo, contenido en la Resolución N° 0358-2024-ANA-TNRCH, la ANA analizó 14 apelaciones al permiso originalmente otorgado a Quellaveco. Por ello, afirma Li, es que la institución tardo dos años en ratificar la licencia.
Sin embargo, el abogado considera que ello sirvió para que la ANA utilice este caso para zanjar algunos cuestionamientos clásicos a proyectos mineros que llegan a su tribunal.
Uno de ellos era que no se había realizado una consulta previa sobre el agua, específicamente. Hecho que la ANA desestimó en su resolución, no por no ser un paso necesario, sino porque no se trata de un proceso que le compete a dicha entidad, sino a los sectores pertinentes.
Otra observación, también importante, es que se acusaba a Quellaveco de no haber definido la “faja marginal”, área de las riberas de fuentes de agua para proteger el recurso hídrico donde está prohibida toda actividad, ya sea agrícola o industrial. La ANA aludió que dicho espacio no alcanza a la licencia de uso de agua.
Desestimadas esas observaciones, por unanimidad vale decir, la entidad decidió dar un mensaje claro de seguridad jurídica en sus fueros para el sector, a consideración de Luis Miguel Incháustegui, exministro de Energía y Minas.
“Un inversionista, luego de este fallo, confirmará que existen criterios técnicos que deben respetarse. Da cierta seguridad jurídica que se haya ratificado. Creo que promoverá que vengan más inversiones, definitivamente”, señala a Gestión.
Li agrega que: “Si no era favorable, desde el punto de vista legal, se tendría que haber cesado de captar agua inmediatamente hasta encontrar un pronunciamiento judicial que dijera lo contrario. Eso hubiese sido terrible”.
Incháustegui también recalca que el cuestionamiento a Quellaveco en la ANA no era un hecho menor, ya que el uso del agua es un asunto crítico para las operaciones mineras. “Si bien ahora la tendencia mundial es recircular el agua para usar menos fuentes, Quellaveco es una mina grande: necesitaban esa licencia para garantizar el flujo”, acota.
¿Cómo usa el agua Quellaveco?
Según información que ha hecho pública la misma empresa, Quellaveco utiliza agua de dos fuentes en Moquegua. La más importante es el río Titire, de origen volcánico, no apta para consumo humano. AngloAmerican calcula que su proyecto minero de cobre usará alrededor de 18 millones de metros cúbicos (m3) al año del Titire.
La otra fuente es la presa Vizcachas, una estructura que puede almacenar hasta 60 millones de m3 de agua durante los periodos de lluvia. De allí es donde Quellaveco obtendrá el recurso hídrico durante los meses de estiaje en la zona de operación, que van de septiembre a diciembre.
El río Asana, que es apto para el riego agrícola y consumo de animales, está fuera del ámbito de uso de la minera y es supervisado por las autoridades locales de la ANA en Moquegua, según AngloAmerican.
Sobre ello, la ANA en su resolución ratificatoria establece dos asuntos claves de cara a que Quellaveco sea responsable con el uso del agua. Primero, establece que “solo una vez satisfechos los compromisos relacionados al caudal ecológico, el caudal para la conservación en caudales bajos, el volumen reservado para el Proyecto Especial Regional Pasto Grande y la compensación de los caudales, se procederá a satisfacer la demanda del proyecto Quellaveco”, asegura.
Segundo, compromete a AngloAmerican a usar el agua “con la mayor eficiencia técnica y económica, en la cantidad, lugar y para el uso otorgado, garantizando el mantenimiento de los procesos ecológicos esenciales, y evitando su contaminación”, hecho que será fiscalizado por la misma entidad.
Para Incháustegui, este tipo de requerimientos y exigencias tomarán cada vez más relevancia en el ámbito minero por el cambio climático. “Eso es lo que corresponde. No se trata de dar un permiso de cualquier forma, solo porque se necesita minería. Es entendible que exista una preocupación por el agua en una región como Moquegua, pero esta es una licencia que cumplió todos los requisitos y tuvo talleres informativos”, señala el extitular de Energía y Minas.