Sáb. May 4th, 2024

¿Por qué sería positivo un regreso de Petroperú a los lotes del noroeste?

En diciembre de 2021 se marcó un hecho histórico para Petroperú: su regresó al upstream, con la explotación del Lote I, en Talara. Había pasado más de un cuarto de siglo desde que en 1992 se inició la privatización de las operaciones de exploración y explotación de la empresa estatal, limitando sus actividades a la refinación de petróleo y su distribución a mayoristas.

El Contrato de Licencia temporal del Lote I suscrito por Petroperú tiene un plazo de 22 meses y no considera actividades de exploración de petróleo, únicamente actividades que mantengan la producción de petróleo y gas natural.  

El Lote I es operado eficientemente desde el inicio de su operación, teniendo una producción de petróleo promedio de 502 barriles por día (BPD) y 3.4 millones de pies cúbicos de gas natural (MMPCD). “Se ha demostrado a la opinión pública que Petroperú definitivamente puede hacerse cargo, puesto que no es ninguna cosa muy especializada hacerse cargo de un lote que está en producción. Simplemente toma a los mismos trabajadores, a los mismos ingenieros y a los mismos técnicos, que es lo que ha hecho Petroperú y lo que hacen otras empresas”, explica Aurelio Ochoa, expresidente de Petroperú.  

Humberto Campodónico, expresidente de Petroperú y catedrático de la UNMSM, comparte la opinión, señalando que el hecho de que los lotes se encuentren actualmente en operación elimina la necesidad de inversiones de riesgo y permite que los ingresos provenientes de ese petróleo mejoren el flujo de caja de Petroperú y aumenten su liquidez.  

Las ventajas de una producción nacional
Al igual que el Lote I, los lotes VI, X y Z2-B, también ubicados en el noroeste del país, cuentan con contratos próximos a expirar y se ha planteado el retorno de Petroperú.  

Campodónico y Ochoa coinciden en que sería una medida acertada para el fortalecimiento de la empresa estatal, planteando la posibilidad de que en algunos de estos lotes participe asociado con empresas de alta tecnología y capital suficiente para inversiones grandes. Para Campodónico, dicha asociación vale para el Lote Z2-B, ubicado en el zócalo continental. En el caso del Lote X, opina, Petroperú puede asumir la operación al 100%. 

Una mirada similar tiene Jorge Manco, especialista del sector de hidrocarburos e investigador de la UNMSM. “Viendo en perspectiva la realidad, la complejidad de Talara, por el único lote que yo diría que Petroperú debe estar al 100% es por el Lote X, donde actualmente opera la empresa estatal china CNPC”, plantea. Se trata de un lote estratégico, pues cuenta con reservas probadas de más de 50 millones de barriles de petróleo. 

Durante el tiempo en el que los lotes del noroeste han sido trabajados por privados, Petroperú ha comprado a precios internacionales el 100% de su producción, para cubrir parte de las necesidades energéticas del país. Regresar al upstream permitiría a la empresa estatal la ventaja de producir barriles a un precio significativamente menor al que debe pagar en el mercado internacional. 

“En Talara el precio está en 80 (dólares por barril de petróleo). El costo de producción a lo mucho, con costo en boca de pozo, más las regalías incorporadas, otros impuestos y otros costos, está en 30 o 35 dólares el barril”, calcula Manco. La diferencia, cercana a los 50 dólares, es dinero que Petroperú habría gastado pagando un barril a precio internacional, y que permitirían ayudar a la salud financiera de la empresa.  

La privatización no logró detener declive en producción 
En 1982 el Perú alcanzó su pico de producción petrolera: 195 mil BPD. Desde entonces, la disminución ha sido una constante que la privatización intentó revertir, aunque sin el éxito esperado. En 2022, se produjo un promedio de 40.5 mil BPD, una cifra pequeña para el consumo del país, que alcanza los 250,000 BPD. La caída en la producción también alcanzó a los lotes del noroeste (ver cuadro). 

“Cuando se concesionaron estos lotes, allá por los años 92 hasta el 97, lo que se había prometido, precisamente para justificar el traslado de los lotes de Petroperú hacia privados, era que se iba a incrementar la producción. Se iban a descubrir reservas porque se iban a hacer importantísimas inversiones para lograr renovar reservas primero, luego incrementar reservas y lógicamente con ello incrementar la producción. Nada de eso ha ocurrido”, afirma Aurelio Ochoa. 

En los últimos años, la disminución de las reservas en los lotes I, VI/VII, X y Z2-B ha sido pronunciada. En 2010 se contaba con 420 millones de barriles en reservas, mientras que en 2021 la cifra bajó a 96 millones, según el Libro de Reservas de la Dirección General de Hidrocarburos.  

Aumentar la producción y las reservas es fundamental para garantizar la seguridad energética en el país, aunque, a ojos de Campodónico, el punto central al hablar de los lotes del noroeste está relacionado a la cercanía de la Nueva Refinería Talara, que ha sido históricamente el comprador de toda la producción de la zona. “Algunos dicen ‘bueno, de repente con nuevos inversionistas privados aumenta la producción’. Puede ser. También podría aumentar con Petroperú. Pero vamos al hecho de que no se trata solamente de tener una mayor producción, sino de que la refinería tenga ese petróleo al costo de producción y no tenga que comprarlo a terceros a precio internacional, que es más caro”, explica el especialista.

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