El gobierno de Perú está evaluando la autorización de 134 proyectos de exploración y explotación minera con una inversión aproximada de 6 mil millones de dólares. La presidenta Dina Boluarte señaló ante el Congreso que esta medida busca fortalecer un sector fundamental para la economía nacional. Además, se espera que para fin de año la pequeña minería formal supere los 5 mil millones de dólares en ventas anuales, mientras que proyectos formales por 4.7 mil millones de dólares podrían iniciar construcción antes de 2026.
Perú se mantiene como el tercer mayor productor mundial de cobre, pero enfrenta tensiones con mineros informales, quienes protagonizaron bloqueos en junio que afectaron rutas clave para compañías como MMG y Glencore. Estas tensiones aumentaron luego de que más de 50,000 mineros informales quedaran fuera del programa de formalización, que solo incluye a 31,000 productores. El gobierno busca regularizar a todos antes de que termine el año.
Para apoyar a la pequeña minería formal, la administración de Boluarte promoverá la creación de un fondo privado que facilite el acceso a financiamiento competitivo y eficiente. Esta iniciativa pretende no solo reducir la informalidad, sino también atraer inversiones y formalizar las operaciones mineras de menor escala en el país.
Los proyectos en evaluación buscan diversificar la producción minera, incluyendo cobre, oro y zinc, y se proyecta que generen empleo en regiones tradicionales como Cajamarca, Apurímac y Arequipa. Asimismo, se pretende implementar estándares más estrictos para lograr un equilibrio ambiental y social que responda a las demandas actuales.
Aunque el plan de formalización ha generado rechazo y protestas, el gobierno sostiene que esta transición es clave para aumentar los ingresos fiscales, mejorar la recaudación tributaria y crear oportunidades sostenibles. La colaboración entre grandes empresas, mineros principales y pequeños productores será fundamental para el éxito de esta estrategia.