Durante más de una década, el proyecto Coffee fue considerado uno de los activos con mayor potencial de desarrollo en el remoto pero estratégico Territorio del Yukón, en Canadá. Ahora, cambia oficialmente de manos. Newmont Corporation (NYSE: NEM), la mayor productora de oro del mundo, ha concretado su salida definitiva del proyecto al venderlo a Fuerte Metals (TSXV: FMT) por una suma que podría alcanzar los 150 millones de dólares. Esta operación marca el cierre formal de su plan de desinversión iniciado en 2024.
La transacción no es menor. Coffee es una de las principales reservas de oro lixiviable por pilas del planeta, con más de tres millones de onzas en recursos medidos e indicados a una ley promedio de 1.15 g/t. Además, se encuentra en una región que ha despertado un creciente interés entre mineras junior y fondos de inversión. El director general de Fuerte Metals, Tim Warman, describió la adquisición como “transformadora” tanto para la compañía como para la industria minera en el norte canadiense.
Según los términos del acuerdo, Newmont recibirá 10 millones de dólares en efectivo y 40 millones en acciones de Fuerte, quedándose con aproximadamente el 27% del capital accionario a través de su subsidiaria Goldcorp Canada. Además, retendrá un royalty del 3% sobre las ventas netas por fundición (NSR), con la opción para Fuerte de recomprarlo por hasta 100 millones de dólares. En otras palabras, aunque se retira operativamente, Newmont mantiene una posición estratégica en el proyecto.
Esta venta es la última pieza en un proceso de racionalización que la minera estadounidense comenzó a principios de 2024. Entre los activos ya vendidos figuran minas importantes como Éléonore (Quebec), Musselwhite y Porcupine (Ontario), así como su participación mayoritaria en el proyecto Havieron en Australia Occidental. Con estas decisiones, la compañía busca centrarse en operaciones de mayor escala y rentabilidad, como las minas Brucejack y Red Chris, ambas en Canadá.
El CEO de Newmont, Tom Palmer, explicó que esta venta responde a la estrategia de “enfocar esfuerzos en activos clave y optimizar el portafolio global”. También destacó la capacidad de Fuerte para avanzar con el proyecto Coffee de manera “social y ambientalmente responsable”. Esto no es un detalle menor, ya que el proyecto se encuentra en tierras con presencia de comunidades originarias, y su desarrollo dependerá de acuerdos sostenibles con las Primeras Naciones del Yukón.
La operación también modifica significativamente la estructura accionaria de Fuerte Metals. A la entrada de Newmont se suman nombres de peso como Agnico Eagle, Pierre Lassonde (expresidente de Newmont entre 2002 y 2007) y el fondo Trinity Capital Partners. Este respaldo financiero, técnico y político fortalece notablemente la posición de la empresa para desarrollar el proyecto.
Fuerte ya anunció sus próximos pasos: concluir una evaluación económica preliminar (PEA) durante la primera mitad de 2026 y avanzar hacia un estudio de factibilidad antes de finalizar ese mismo año. En un sector donde los plazos y costos son críticos, estos objetivos reflejan tanto ambición como presión por demostrar resultados rápidos y sólidos.
Desde el punto de vista técnico, Coffee destaca por su método de extracción: la lixiviación en pilas, una técnica eficiente para recuperar oro en minas a cielo abierto, especialmente en zonas remotas con infraestructura limitada. Además, las leyes del yacimiento lo sitúan como un activo competitivo en comparación con proyectos similares a nivel internacional.
Finalmente, esta operación simboliza dos estrategias opuestas pero complementarias. Mientras Newmont busca consolidar su posición reduciendo activos no esenciales y optimizando su presencia global —incluyendo su retiro voluntario de la Bolsa de Toronto—, Fuerte apuesta por crecer mediante adquisiciones clave. Coffee podría convertirse en el trampolín que la lleve al siguiente nivel. Como en muchas historias mineras, el tiempo dirá cuál de las dos jugadas resultará más rentable.
