Jue. Abr 25th, 2024

Lizardo Seiner: El Código de Minería de 1950 estimuló el despegue de la gran minería en el sur peruano

En entrevista con el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú, Lizardo Seiner, historiador, docente universitario y autor de unos de los artículos del libro “Historia económica del sur peruano. Lanas, minas y aguardiente en el espacio regional”, publicado por el IEP, nos cuenta algunos detalles de su investigación referida a la minería en el sur andino durante el siglo XX.

En su artículo menciona varios episodios de la minería en el sur andino, y especialmente dos momentos claves…

Sí, esencialmente lo que se propone es entender la historia de la minería desde un punto de vista formal a partir de la dación de 2 códigos de minería que son importantísimos: el Código de 1902 y el Código de 1950, que le dan una mayor apertura a la inversión privada para incorporar capital extranjero de una forma mucho más sistemática, y el otro componente es el fuerte estímulo que se le da a las inversiones a partir de la década de los 90.

¿En dónde radica exactamente la importancia de estos dos códigos de minería?

El Código de 1902 es muy importante porque reemplaza las ordenanzas mineras españolas de fines del siglo XVIII, es decir, ayuda a ver que la Independencia no es un corte en muchos aspectos, sino es una continuidad y la prueba es que estas ordenanzas están vigentes a lo largo de todo el siglo XIX y solo a comienzo del siglo XX se establece una nueva legislación. Entonces, es un punto importante que muestra cómo la minería del siglo XIX en cualquier parte del Perú tiene los componentes virreinales y los componentes republicanos.

Por su parte, el Código de 1950 es importantísimo porque estimula la inversión privada, como ya mencioné, y eso es algo que permite a su vez el desarrollo de la mediana minería. Hay un gran impulso a la mediana minería a raíz de la presencia de esta nueva legislación.

¿Se podría decir que el Código de 1950 estimula el despegue de la minería a gran escala en el sur peruano?

Yo pienso que sí porque crea condiciones que posteriormente van a permitir la aparición de las grandes inversiones. Empezando por Cerro Verde, Southern, considerando además que muchas de ellas también modifican su estatus a partir del gobierno militar, es decir del 50 hasta el 68 no existía, estrictamente hablando, un Ministerio de Energía y Minas, lo que existía era el Ministerio de Fomento y dentro de ello una Dirección de Minería y una Dirección de Petróleo, entonces la estructura del Estado es también un punto a considerar. Eso es algo que después hizo el gobierno de Juan Velasco Alvarado, establecer estrictamente un Ministerio de Energía y Minas que pasa a tomar control sobre las grandes inversiones en minería.

¿Qué empresas se encontraban instaladas en el sur en ese entonces?

Podemos decir, que a partir de la década de 1950, la gran minería vivió un proceso de concentración, pues tres empresas (Cerro de Pasco, Marcona Mining y Southern) constituían casi el 87% del capital minero.

¿El gobierno militar, que tomó medidas de corte nacionalista, se enfocó principalmente en la gran minería?

Efectivamente, el gobierno militar tomó mayor influencia sobre la gran minería porque las estatizó. El caso, por ejemplo, de la Marcona Mining o en la zona de Arequipa hay varias inversiones de ese tipo, casos en que el Estado las absorbe y las transforma. Es interesante ver la historia de la minería en doble vía, la vía de las modificaciones que hace el Estado y cómo eso influye o establece la acción del inversionista privado.

Sin embargo, en este periodo también hubo excepciones como el caso de Southern Copper Corporation, que no fue expropiada. ¿Cómo explica ello?

Ahí se necesita conocer mucho más, sin embargo, lo que normalmente se tiene como explicación es que Southern inició una serie de inversiones que ayudaron a que pueda mantener ese estatus. Gianfranco Bardella, un antiguo funcionario del Banco de Crédito, señala en un libro las razones por las que Southern mantiene este estatus particular durante el gobierno militar y justamente una de las cosas que se indica es que había compromisos de inversión. Es un tema interesantísimo, pero creo que sujeto a una indagación mucho más profunda.

En su artículo, también se refiere al Padrón General de Minas. ¿Cuál es la importancia de este documento?

El Padrón de Minas desde la segunda mitad del siglo XIX es la única fuente que le permite a un investigador saber dónde se explotan los minerales. Se trata de registros exhaustivos en los que el Ministerio de Fomento, de ese entonces, identificaba a todos los mineros que el Estado le había entregado concesiones de explotación. Entonces, si quiero saber quiénes eran mineros en el siglo XIX, entonces debo remitirme al padrón de 1878, o si quiero saber quiénes eran mineros en los departamentos del sur, entonces debo remitirme al padrón de 1907.

¿A inicio del siglo XX cuántos mineros o concesiones mineras se registraban en estos padrones?

Para 1907, el padrón correspondiente a ese año registraba más de 15 mil pertenencias distribuidas por todo el país. Puno fue el departamento que contaba con mayor número de mineros dedicados a la explotación en la zona sur del país. Una de las cosas que podría hacer el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú sería justamente alentar la identificación de estos padrones en las distintas bibliotecas. Si uno desea saber quiénes fueron los pequeños y medianos mineros de esa época, entonces vayamos al padrón de Minas, ahí se ve claramente. Es una deliciosa fuente de conocimiento.

Hoy en el sur peruano se produce más del 50% del cobre peruano, sin embargo, esto no siempre fue así. ¿Qué actividades económicas tuvieron preponderancia durante el siglo XX en esta zona?

Me voy al siglo XIX y luego empalmamos con el XX. La producción, por ejemplo, de plata, de oro, eran muy limitadas en minas que podríamos llamar pequeñas o a lo sumo medianas. Son muy pocas las empresas -no pasan de 4 o 5- que a inicios del siglo XX tienen operaciones en el sur. Sin embargo, hay una muy interesante explotación de petróleo en Puno, eso se puede perder de vista frente al protagonismo que puede tener la selva o el litoral norteño o zócalo continental. Pero creo que a nivel de conocimiento de lo que ha sido la producción en el Perú, el petróleo no está mapeado para Puno. Pero el yacimiento petrolífero de Pirín está claramente identificado y esto responde a un momento en el cual se requiere asegurar producción nacional, considerando toda esta transformación que se está viviendo a nivel de automotores, de producción de energía. Luego es que ya el cobre empieza a tomar protagonismo, a partir de la segunda mitad del siglo XX, debido a la demanda internacional, lo que va a significar más conexiones eléctricas, asociadas a un proceso de urbanización.

¿Cómo fue la evolución de las instituciones vinculadas a la minería en el Perú?

Es importante no perder de vista lo que ha significado para el Estado la creación de una institucionalidad, ese marco suele perderse de vista con mucha facilidad y en los análisis uno prácticamente los deja de lado. En el Perú republicano del siglo XIX, por ejemplo, las diputaciones provinciales son fundamentales, es la primera forma que el Estado tiene en base a una influencia virreinal. Las diputaciones provinciales son aquellas que se encargan de establecer los términos de explotación, pero especialmente qué cosa es lo que se va a tributar. La actividad minera se controla en tanto es un factor importante de contribución fiscal, por eso la necesidad de controlar y tener claramente identificados a los productores.

Usted señala que técnicamente en el siglo XX es cuando aparece una institución fundamental que es el Cuerpo de Ingenieros de Minas y de Aguas…

Esta es una institución que se crea fuertemente influida por apoyo extranjero, concretamente norteamericano. El US Geological Service es el que apunta a consolidar esta institución peruana. Ahora, ese Cuerpo de Ingenieros de Minas hasta los años 50 tiene una vigencia intensa, de ahí aparece el Ingemmet que es el ente regulador principal y, dentro de lo que es estrictamente el Poder Ejecutivo, el Ministerio de Fomento y sus diversas direcciones, en este caso, la Dirección de Minería y Petróleo, que luego se separará y trabajarán ambas de manera paralela.

Hoy se viven tiempos de convulsión social en el Perú, especialmente en regiones del sur. ¿Estos episodios han sido constantes durante el siglo XX en esta zona del país?

No tengo mucha información al respecto porque el artículo estuvo centrado en otros aspectos, como la institucionalidad. Lo que sí es cierto es que a inicios del siglo XX la conflictividad más cercana a la minería que encontramos son las movilizaciones de obreros vinculados al petróleo, hacia 1910 en el Norte. Yo creo que hay algo equivalente en el Sur, pero es más bien una impresión más que una certeza. Definitivamente hay un contraste entre el panorama anterior a 1950 y lo que ocurre después de 1950.

¿Las migraciones tienen algo que ver con la conflictividad social?

En el caso de Arequipa, por ejemplo, el tema de las migraciones es una variable importante para aludir a la conflictividad. Si uno sigue cómo Arequipa ha ido cambiando su configuración demográfica, puede advertirse una suerte de trasvase de Puno hacia muchas zonas de Arequipa. Y los factores ambientales tienen mucho que ver en eso. Por ejemplo, a raíz del fenómeno del Niño de 1957, lo cual generalmente trae sequía en el sur, se origina una fuerte migración puneña a Arequipa.

Ahora la minería también está asociada a la disponibilidad de agua y uno puede mapear un aspecto importante que es la abundancia o escasez de agua. Por eso la conflictividad social no solamente es algo atribuible a lo que pueden significar las acciones de la empresa o las demandas sobredimensionadas, sino que los elementos ambientales no se deben soslayar y creo que el año 1957 es un hito en la historia del sur. A nivel de sequía, mortandad de animales, migración, y es más en el año 1960 hubo un terremoto. Creo que en una mirada a la minería es necesario considerar a los elementos ambientales (terremotos, sequías, lluvias) en su real dimensión.

Ahora que comenta sobre las migraciones desde Puno hacia regiones como Arequipa. ¿Cuál fue la base de producción de Puno durante el siglo XX?

Puno es una zona que normalmente asociamos al altiplano y tiene una densidad demográfica que explica por qué el peso cultural de esta zona. Ahora, en Puno el protagonismo durante toda la época colonial lo tuvo el oro, con el yacimiento de San Antonio de Poto, por ejemplo. En el siglo XVII, hay una rebelión de mineros, los mineros Salcedo, que lleva incluso a que el virrey se desplace hacia Puno para resolver la situación. Sin embargo, no sería responsable decir que de ahí se desprende una conflictividad, no es que se haya mantenido una estructura de conflicto, solo lo traigo a colación porque se relaciona con el protagonismo del oro que existió hasta el siglo XX.

Pasando a épocas más recientes, ¿cómo se desarrolla la minería en el sur peruano durante la década de los 80 y 90?

A nivel general, el contraste entre los 80 y los 90 es clarísimo. Los 80 representan un momento en el cual hay una fuerte crítica a la institucionalidad política, el surgimiento de la subversión altera completamente, y la reacción del Estado, de la Fuerza Armada, contribuye a que esto se estabilice.

Ahora, en los 90, a partir de la dación de la Constitución se crearon condiciones propicias para una mayor estabilización de la inversión minera; sin embargo, el elemento que empieza a aparecer de manera más nítida es el tema de la contaminación, no porque recién empiece, sino porque hay más elementos en la agenda general que apuntan a hacer la denuncia sobre los relaves y consecuencias de la actividad.

Usted señala que la primera denuncia medioambiental se da en las primeras décadas del siglo XX…

Sí. Exactamente a inicios de la década de 1920 y la hace el Ing. José Julián Bravo en relación a los humos que emanaban de la refinería de La Oroya, propiedad de la Cerro de Pasco. Entonces el tema medioambiental cruza todo el siglo XX, pero hay que entender que a nivel general este tema se hace cada vez más sensible. En los noventa se crea el Sistema Nacional de Áreas Protegidas, hay una inicial legislación protectora del ambiente. De modo que el elemento nuevo en agenda, es el tema medioambiental, que se va configurando también como un elemento novedoso en la conflictividad.

¿Se podría decir que de los 90 en adelante hay un punto de quiebre respecto a temas ambientales vinculados a la minería?

No sé si un punto de quiebre porque el vuelo que empieza a tomar la minería a nivel tecnológico es impresionante de los 90 para adelante, pero creo que la estabilidad de la zona empieza a quebrarse un poco a raíz de los temas ambientales.

IIMP

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