Este miércoles por la noche, tras sesión del Consejo de ministros, el ministro del Ambiente, Juan Carlos Castro, anunció que el Gobierno había aprobado la creación de la Reserva Nacional Mar Tropical de Grau, en la zona marítima frente a las costas de Piura y Tumbes.

Dicha reserva se establecerá sobre una superficie de 115,675.89 hectáreas, divididas en cuatro sectores: Isla Foca, Cabo Blanco – El Ñuro, Arrecifes de Punta Sal y Banco Máncora, y para cuya creación el Ministerio del Ambiente (Minam) había planteado un proyecto de decreto supremo el año pasado.

Su creación surgió a propuesta del Servicio Nacional de Áreas Protegidas por el Estado (Sernanp) adscrito al Minam, y que, según el titular de ese ministerio, se aprobó para cumplir con compromisos ambientales internacionales, y ante el clamor de organizaciones de pescadores para la conservación de la biodiversidad.

Además, indicó que se buscará proteger la pesca ancestral con veleros y potenciar el turismo estimando que se podrían obtener ingresos anuales por S/18 millones en el avistamiento de ballenas.

Perupetro se opuso

Sin embargo, en un informe técnico legal elaborado por Perupetro S.A., y que dirigiera al Sernanp en agosto del 2023, esa agencia estatal encargada de la promoción de inversiones en hidrocarburos, le había expresado su objeción a la propuesta de creación de la Reserva Nacional Mar Tropical de Grau.

En ese informe -al que tuvo acceso Gestión– dicha entidad explica que su oposición surge a raíz de que esa futura zona reservada se superpone a cuatro lotes petroleros: el LXXXVI, el Lote Z-2B, el Lote Z-69, y el Lote Z-6, y por los impactos económicos y fiscales que ello puede ocasionar al país.

¿Qué se afecta en cada lote?

Detalla que las áreas del Banco de Máncora y Arrecifes de Punta Sal (que es uno de los cuatro componentes de la reserva), se superponen al Lote LXXXVI, donde Perupetro suscribió un convenio de evaluación técnica que contempla un plan de trabajo, con las empresas Jaguar Exploration Inc y Global Oil &Gas Limited.

Otra área componente de la reserva, la de Cabo Blanco – El Ñuro, indica el informe técnico legal, se superpone con el Lote Z-2B, el mismo que ha sido entregado por Perupetro S.A. en contrato de dos años, a Petroperú y está actualmente en producción.

Asimismo, detalla que el área de reserva Isla Foca, se superpone con el Lote Z-6, que tiene un contrato de exploración y explotación de hidrocarburos vigente a esa fecha, así como parte del área exploratoria del Lote Z-69.

Potencial e inversiones en riesgo

En total, el documento indica que dentro de la propuesta de reserva nacional se habían desarrollado 45 pozos exploratorios y de desarrollo de hidrocarburos, con diversa actividad sísmica.

Además, indicó que esas evaluaciones, realizadas por las empresas Pacific Rubiales, Savia y Karoon, entre los años 2014 a 2018, habían permitido identificar un volumen asociado de recursos prospectivos de 480.5 millones de barriles de petróleo, y 431 billones de pies cúbicos de gas.

En tres de las estructuras identificadas en el ámbito de esta futura reserva, según Perupetro, como son las denominadas Baleen, C y San José, se podrían desarrollar 536 pozos de desarrollo y uno exploratorio, para llegar a una producción máxima de petróleo de 20.7 mil barriles en promedio diario, con una inversión, sólo en pozos, de US$2,880 millones.

Menores regalías

Ello a su vez, anoto, (la explotación de esas áreas) generaría un ingreso al Estado por regalías de aproximadamente US$1,714 millones, lo cual se podría dejar de percibir en caso se llegara a concretar la propuesta de la Reserva Nacional Mar Tropical de Grau.

En tal sentido, el documento concluyó en que la creación de dicha reserva sería contraproducente para las actividades de hidrocarburos que se realizan y se realizarán en el área propuesta, dado que para la elaboración y aprobación de cualquier instrumento de gestión ambiental, se deberían tomar en cuenta diversas consideraciones.

¿EIAs en alta mar?

Entre ellas, mencionaron la obligatoriedad de obtener la aprobación de un Estudio de Impacto Ambiental semidetallado para exploración sísmica en el mar, opiniones técnicas favorables del Sernanp, entre otros.

Además, indicó que no resulta viable su creación desde el punto de vista legal, porque se superpone a los lotes mencionados, lo que limitaría a Perupetro realizar sus funciones de supervisión y promoción en esas áreas, e implicaría modificar las condiciones celebradas en los contratos con las empresas Savia Perú, Jaguar Exploration y Global Oil & Gas, entre otros.

Obstáculos para adjudicar lotes

Por su parte, Carlos Gonzales, consultor en temas petroleros, señaló que si bien el proyecto de D.S. que planteó el Minam para la creación de esa zona reservada hablaba de los derechos adquiridos (por quienes ya operan en la zona), el problema es que tendrían que ceñirse a los fines de creación de la reserva, es decir ya no hacer ninguna actividad extractiva.

Pero además, indicó que se generaría obstáculos para que (a la conclusión de contratos petroleros en la zona) Perupetro pueda volver a adjudicar los yacimientos en nuevos procesos (de licitación o negociación directa) y donde ya no habrá derechos adquiridos vigentes.

En cualquier caso, Gonzales recordó que el artículo 4 de la Ley Orgánica de Hidrocarburos establece que cualquier norma legal que dicte otro sector diferente a Energía y Minas, en relación con actividades de hidrocarburos, deberá contar con opinión favorable del Minem.

Y hasta donde se sabe, indicó que la creación de esa reserva habría obtenido opinión en contra, no sólo de Perupetro, sino también de la Dirección General de Hidrocarburos del Minem.

Gestión consulto a este último sector para confirmar cuál fue su posición en el tema, pero hasta el cierre de este reporte no obtuvo respuesta.