Mar. Oct 22nd, 2024

Destrabe en minería permitiría a Perú seguir como segundo productor de cobre

El Perú corre el riesgo de ser desplazado de su posición como segundo país productor de cobre del mundo ante la falta de ejecución de grandes nuevos proyectos y la expansión de este metal rojo en la República del Congo.

De acuerdo con el Ministerio de Energía y Minas (Minem), en el 2023 la producción de cobre en el Perú alcanzó un nivel de 2.7 millones de toneladas métricas finas (TMF), lo que implica un crecimiento de alrededor de 12.7% con el año previo, explicado por el inicio de Quellaveco. Esto lo mantuvo en el segundo puesto a nivel mundial, pero el Congo “le pisa los talones”.

Los resultados alcanzados fueron posibles gracias al aporte de empresas como Minera Las Bambas (Apurímac), que operó a plena capacidad durante el 2023; y al aporte de Anglo American Quellaveco (Moquegua), que logró ubicarse como el cuarto mayor productor cuprífero aportando el 11.6% de participación.

Con esta expansión, el Perú habría superado ligeramente a los volúmenes producidos en Congo que habrían ascendido a 2.5 millones de TMF, según estimaciones de la Agencia Geológica de Estados Unidos. Con ello, el Perú habría preservado en el 2023 su posición como el segundo mayor productor de cobre a nivel global”, indicó Teodoro Crisólogo, economista senior del Instituto Peruano de Economía (IPE).

Sin embargo, el panorama cambiaría este año. La Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) indicó que los principales países que aportarán oferta de cobre será Chile con una producción de 5.63 millones de toneladas, principalmente por el mayor aporte productivo de Quebrada Blanca II, manteniendo al país como líder con una participación de 25% a nivel mundial.

Le seguirá la República del Congo con 2.96 millones de toneladas y Perú con una oferta de cobre de 2.72 millones de toneladas (nivel similar que el del año pasado).

Respecto al 2025, el organismo técnico del país del sur señaló que Chile aportará 6 millones de toneladas, un incremento de 6.4% respecto al 2024, República del Congo 3.11 millones de toneladas con un alza de 5%, y la producción peruana se elevaría 1% llegando a 2.75 millones de toneladas.

En el Perú las expectativas tampoco son nada alentadoras. De acuerdo con Katherine Salazar, analista del Departamento de Estudios Económicos del Scotiabank, en 2024 el Congo nos igualará en niveles de producción de cobre, pero en el 2025 nos superará.

Explicó que este hecho se dará porque no tenemos grandes proyectos cercanos. Además, aún está por concretarse Chalcobamba, que es de Las Bambas, Ampliación Toromocho y Reposición Antamina.

Para este año, con la mayor producción de Quellaveco, crecerá ligeramente el (resultado) global, pero prácticamente el Congo nos alcanza”, sostuvo Salazar.

Coincidiendo con Salazar, Omar Avellaneda, asociado de Inversiones de Prima AFP, consideró que es cuestión de tiempo para que superen a Perú en producción de cobre. “En nuestro caso, esperamos que Perú aún se mantenga en segundo puesto este año, pero en 2025 ya es otra historia”, dijo.

Para este 2024, la entidad espera que la producción peruana de cobre sea de 2.80 millones TMF, mientras que el Congo se acerca con 2.76 millones TMF.

Cartera de proyectos de inversión minera de cobre
ProyectoRegiónEtapa de avanceInversión
Ampliación ToromochoJunínConstrucciónUS$ 1,355 millones
Tía MaríaArequipaIngeniería de detalleUS$ 1,400 millones
Reposición AntaminaÁncashFactibilidadUS$ 1,604 millones
ZafranalArequipaFactibilidadUS$ 1,473 millones
Ampliación IloMoqueguaConceptualUS$ 1,300 millones
Los ChancasApurímacPre factibilidadUS$ 2,600 millones
MichiquillayCajamarcaConceptualUS$ 2,500 millones
CongaCajamarcaFactibilidadUS$ 4,800 millones
CotabambasApurímacPre factibilidadUS$ 1,486 millones
Fuente: Minem

¿Cómo lograr que el Perú siga como segundo puesto a nivel mundial? Avellaneda indicó que se deben destrabar proyectos mineros porque ponerlos en producción toman tiempo y requiere mucho capital.

Se deben crear las condiciones necesarias para atraer la inversión minera y que se realicen megaproyectos. El último fue Quellaveco, pero ya no hay más visibles en el pipeline para entrar pronto en producción”, refirió.

Agregó que, para aprovechar nuestro potencial geológico y aumentar nuestra producción, se debe eliminar trabas burocráticas que impiden mayor rapidez en aprobación de proyectos, repensar los procesos y permisos solicitados (incluso para explorar).

Se debe, además, ser más flexible para proyectos de expansión, que es lo más fácil de hacer cuando ya tienes una operación en marcha, apuntó.

¿Qué proyectos se deben destrabar?

Avellaneda mencionó que el primero en destrabar debería ser Tía María, que tiene todos los permisos para avanzar. “Una gran señal que daría mucha confianza para invertir en minería e incentivar la inversión en el sector es dar apoyo político a Tía María. Ese proyecto ya tiene los permisos aprobados para construir y añadiría 120,000 TMF de cobre anual de producción”, remarcó.

Después de ello, se debe hacer un acompañamiento a proyectos que van avanzando, como Zafranal (75,000 TMF de cobre anual).

Como estrategia de mediano plazo, el asociado de Inversiones de Prima AFP manifestó que hay varios proyectos de cobre ubicados en Apurímac. Ese departamento tiene un potencial gigante para convertirse en un gran productor de cobre (están los proyectos Los Chancas, Cotabambas, Haquira y Trapiche).

Trabajar para crear las condiciones necesarias para que las inversiones despeguen allí y no cometer los errores de otras zonas es obligación del Estado”, subrayó.

Para el IPE, más allá de la posición del Perú en el ranking de producción global de cobre, lo importante es que se aproveche el potencial geológico que ofrece el país con los proyectos que ya se tienen en cartera, por más de US$ 53,000 millones.

Perú cuenta con reservas de cobre por 120 millones de toneladas métricas, más que Australia (100 millones) y Congo (80 millones)y solo por debajo de Chile (190 millones). Aprovechar esta ventaja no será factible mientras que el clima de negocios para hacer minería en el Perú siga siendo poco competitivo e impredecible”, comentó Crisólogo.

Según estimaciones del IPE, la tramitología del sector puede alargar la puesta en marcha de un proyecto por un periodo de hasta seis o siete años, más del doble que el plazo normativo (dos o tres años). Esto es lo que se tiene que reformar para que la minería peruana sea más atractiva frente al resto de competidores.

Así, el economista del IPE sostuvo que la puesta en marcha de la Ventanilla Única Digital Minera es un paso en la dirección correcta que se necesita materializar urgentemente para comenzar a corregir las recurrentes fallas de coordinación y articulación que existen entre las entidades públicas encargadas del cumplimiento de procedimientos administrativos en el sector.

Javier Artica – Gestión

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