Un sismo de magnitud 4,2 provocó un derrumbe en la mina subterránea El Teniente, afectando gravemente la operatividad de Codelco. El colapso ocurrió en el sector Andesita, donde seis trabajadores fallecieron y otros nueve resultaron heridos. Tras intensas labores, un equipo de más de 100 especialistas logró rescatar a cinco mineros atrapados.

Las inspecciones realizadas por el Ministerio Público revelaron que los daños alcanzan aproximadamente 3,700 metros de túneles, una cifra que quintuplica la estimación inicial de Codelco, que hablaba de entre 300 y 700 metros afectados. Los daños impactan zonas clave como Andesita y Recursos Norte, áreas que estaban en producción o a punto de iniciar operaciones.

Este accidente representa un duro golpe para Codelco, que buscaba recuperarse tras varios desafíos recientes. El derrumbe paraliza los planes para reactivar sectores antiguos de la mina y podría influir en la oferta global de cobre, exacerbando la escasez en el mercado.

Codelco solicitó al organismo regulador Sernageomin permiso para reanudar parcialmente ciertas operaciones, pero la entidad impuso una suspensión formal hasta recibir informes completos sobre las causas del colapso, el plan de recuperación, evaluaciones de los sistemas de soporte y una revisión estructural detallada.

El fiscal regional Aquiles Cubillos dirigió la inspección técnica y evaluó cuatro niveles afectados, exceptuando las áreas donde ocurrieron las muertes. Se documentó el estado de los túneles con fotografías para elaborar un mapa detallado del daño, con el objetivo de comprender la magnitud del impacto.

Expertos en minería compararon el derrumbe con un pequeño terremoto y sugirieron que podría haber sido causado por un “estallido de rocas” debido a tensiones acumuladas en las excavaciones. Aunque los trabajadores actuaron conforme a los protocolos, se recomendó revisar los procedimientos y mejorar la monitorización estructural para evitar futuros incidentes.