Después de una década de haber sido propuesta, la proyectada Reserva Nacional Mar Tropical de Grau, que abarca una extensa franja marina frente a las costas de Piura y Tumbes, daría en este mes un paso decisivo para su creación por parte del Poder Ejecutivo.
El Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), reveló a Gestión que este mes presentará el expediente definitivo para la creación de la mencionada reserva, al Ministerio del Ambiente (Minam), sector al que está adscrito.
Añadió que la creación de la reserva dependerá de la evaluación que se realice a nivel del Consejo de Coordinación Viceministerial (es decir, en su paso previo para su correspondiente evaluación en Consejo de ministros).
Proceso
El Sernanp explicó que ya se ha realizado la evaluación de la importancia ecológica, económica y social que sustenta el establecimiento del área propuesta, además de un proceso participativo a través de reuniones y talleres con la población local y sectores del Estado.
Con todo ello, se elaboró un expediente técnico preliminar que fue presentado a los diversos actores solicitando su opinión. Posteriormente, se ha realizado la prepublicación del proyecto de Decreto Supremo que establece la Reserva Nacional Mar Tropical de Grau.
Esto, refirió, como parte de la etapa de consulta para la determinación de un Área Natural Protegida de administración Nacional.
Luego de someter las opiniones sobre el referido proyecto normativo a evaluación, se elaborará el expediente definitivo que se elevará a los demás sectores del Poder Ejecutivo para el establecimiento oficial del área mediante Decreto Supremo.
¿Cuál es la necesidad de crear esa reserva?
La entidad detalló que 24 de las 35 principales especies de peces desembarcados por la flota pesquera artesanal tienen como regiones principales de origen a Piura o Tumbes. El área propuesta alberga al 22% de las 109 especies de tiburones y rayas reportadas en el país, además de ser zona de reproducción de la ballena jorobada.
Por ello, comentó Sernanp, se considera al área propuesta como un potencial turístico para el avistamiento de especies emblemáticas, así como para el paisaje submarino.
Sin embargo, afirmó que esa riqueza viene siendo afectada por prácticas no sostenibles de los recursos naturales, habiendo llevado a la alteración de las cadenas tróficas y disminución de algunas especies.
Concluyó así que se hace necesario establecer un área de conservación orientados a su recuperación, manejo sostenible para beneficio de las poblaciones principalmente locales.
¿Qué áreas abarcaría?
La futura reserva abarcaría una superficie total de 115,675 hectáreas, distribuidas en cuatro sectores: Isla Foca y Cabo Blanco – El Ñuro (en Piura), y Arrecifes de Punta Sal y Banco Máncora (en Tumbes).
El Sernanp reconoció que en esa área hoy se realiza actividad pesquera y acuícola, y que dos de esas zonas (Isla Foca y Cabo Blanco – El Ñuro), se superponen parcialmente con los lotes petroleros Z-6 y Z2B-A.
En consecuencia, mencionó que dichas actividades“deberán realizarse en armonía con los objetivos y fines de creación del área natural protegida” (es decir la recuperación y manejo sostenible de la zona).
Subrayó que: “En ese sentido, las actividades que se realicen (en la zona) como pesca, de hidrocarburos, turismo, acuicultura, entre otras, deberán ser compatibles con los objetivos del área”.
Impacto en hidrocarburos
Un informe de Perupetro, al que tuvo acceso Gestión, advirtió de posibles riesgos para la actividad de hidrocarburos, que podría propiciar la creación de la mencionada reserva.
El informe indica que se paralizaría el desarrollo inversiones por US$ 2,800 millones para la exploración y producción de hidrocarburos, así como la pérdida de regalías al Estado por US$ 1,714 millones.
Explica que, dentro de las áreas superpuestas con la propuesta de la Reserva Nacional Mar Tropical de Grau, se han identificado volúmenes de recursos prospectivos de 450 millones de barriles de petróleo y 431.3 billones de pies cúbicos (BCF) de gas.
Además, refiere que la futura reserva se superpondría a los lotes Z- 2B y Z-6, ambos con Contrato de Licencia vigente y el área LXXXVI, actualmente con Convenio de Evaluación Técnica (CET).
“La propuesta de reserva también limitaría la posibilidad de que Perupetro realice sus funciones de supervisión y promoción de áreas correspondiente al contrato de operaciones, de Licencia y CET, modificaría las condiciones en que fueron celebrados dichos contratos y afectaría los derechos legalmente adquiridos por los contratistas”, advierte el informe.
Ello, añade, dado que conforme se ha demostrado, la creación de un Área Natural Protegida que se superpone como un Lote o área con potencial hidrocarburífero siempre genera la suspensión indefinida de las actividades de exploración o explotación en estos.
Impacto en pesca
Jesús Véliz, especialista en derecho pesquero, consideró que, de crearse esa área natural protegida, pero sin que se defina su propósito claro y alternativas de actividad económica, puede dejar sin empleo a los pescadores artesanales de la zona, aunque consideró que no se esperaría impacto en la pesca industrial.
Un antecedente negativo de ese tipo de decisiones -recordó- ya se ha visto con la creación de la Reserva Natural Dorsal de Nazca (creada en junio del 2021), que el Gobierno declaró como área reservada pero, consideró, no se hizo nada más para trabajar en su mantenimiento.
Además, refirió que la única autoridad encargada de la sostenibilidad pesquera, es el Ministerio de la Producción (Produce), con opinión técnica del Instituto del Mar del Perú (Imarpe), por lo que, en principio, la propuesta en mención -subrayó- tendría que tener opinión favorable de esas entidades.
