Los precios del cobre cayeron el lunes a sus niveles más bajos en dos semanas y media, afectados por la fortaleza del dólar estadounidense. A pesar de las señales de una posible recuperación del crecimiento en el sector manufacturero chino, uno de los principales consumidores de metales industriales, la apreciación del dólar generó ventas masivas de cobre.
El cobre de referencia en la Bolsa de Metales de Londres (LME) retrocedió un 0,3%, situándose en 8,987 dólares la tonelada a las 10:47 GMT. Previo a esta caída, el metal tocó los 8,904 dólares la tonelada, su nivel más bajo desde el 14 de noviembre.
La fortaleza del dólar estadounidense encarece los metales cotizados en dólares para los compradores que operan con otras divisas. Esto podría afectar la demanda global, un fenómeno que los fondos de inversión utilizan en sus modelos numéricos para realizar transacciones basadas en señales de compra y venta.
Dan Smith, jefe de investigación de Amalgamated Metal Trading (AMT), explicó que «el dólar está significativamente más alto. Los PMI manufactureros chinos fueron moderadamente alcistas, pero se han pasado por alto». Añadió que la caída en los precios está más relacionada con factores macroeconómicos que con el desempeño de la economía china.
Por otro lado, la actividad en las fábricas chinas creció en noviembre a su ritmo más rápido en los últimos cinco meses, impulsada por un sólido aumento en los nuevos pedidos, incluyendo los provenientes del extranjero. Este dato, proveniente de una encuesta del sector privado, generó expectativas positivas sobre el futuro cercano.
Asimismo, una encuesta oficial realizada el fin de semana indicó que la actividad manufacturera en China creció moderadamente por segundo mes consecutivo en noviembre, lo que sugiere que los estímulos económicos finalmente están comenzando a surtir efecto en la economía.
En el ámbito global, los mercados financieros y de materias primas están mostrando preocupación por los planes del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer aranceles a las importaciones. Esta medida podría afectar las perspectivas de crecimiento económico mundial, generando incertidumbre en los mercados.
A la par de la caída del cobre, otros metales también experimentaron pérdidas. El estaño bajó un 0,6%, ubicándose en 28,725 dólares la tonelada, mientras que el aluminio cedió un 0,2%, situándose en 2,587 dólares la tonelada. El zinc perdió un 0,5%, alcanzando los 3,087 dólares, el plomo retrocedió un 0,3%, a 2,067 dólares, y el níquel también bajó un 0,5%, con un precio de 15,825 dólares la tonelada.