La Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) de Chile ordenó el jueves el cierre «total y definitivo» de la mina Alcaparrosa de Lundin Mining (TSX: LUN) tras una investigación de casi tres años sobre un socavón gigante que apareció en las cercanías de la explotación minera en 2022.
El socavón, que medía 36 metros de diámetro y más de 60 metros de profundidad, se ubicó cerca de la mina Alcaparrosa, en el norte de Chile, y llamó la atención a nivel internacional. Las autoridades chilenas acusaron a Lundin Mining de ser responsable del colapso. En un principio, las investigaciones preliminares apuntaron a que el socavón estaba vinculado con la sobreextracción de mineral en la zona.
El jueves, la SMA confirmó que la minera cometió cuatro infracciones medioambientales, que incluyen la sobreextracción de minerales, modificaciones no autorizadas en la infraestructura de la mina y otros incumplimientos de los permisos medioambientales. Además del cierre definitivo de las operaciones mineras, la empresa enfrentará una multa de 3,41 millones de dólares.
Marie Claude Plumer, titular de la SMA, indicó que Lundin Mining operó en zonas no autorizadas, específicamente hasta el acuífero del río Copiapó. Este accionar permitió que se infiltrara agua en la zona, debilitando el macizo rocoso y generando el socavón. «La empresa causó daños medioambientales irreparables», subrayó Plumer.
La funcionaria también destacó la importancia de cumplir con los permisos medioambientales establecidos por la ley, enfatizando que las normas son claras y las empresas deben estar plenamente conscientes de las condiciones bajo las cuales pueden operar.
Lundin Mining tendrá un plazo de 10 días hábiles para pagar la multa o 15 días para apelar la decisión ante el Tribunal de Medio Ambiente. La unidad local de Lundin Mining, Ojos del Salado, manifestó en un comunicado que revisará la sentencia y determinará las acciones a seguir.
Lundin Mining, con sede en Toronto, posee el 80% del complejo Ojos del Salado, que incluye dos minas subterráneas: Santos y Alcaparrosa. El 20% restante de la propiedad está en manos de las compañías japonesas Sumitomo Metal Mining y Sumitomo Corporation.
Los socavones, que se forman cuando el agua se acumula bajo tierra sin drenaje externo, crean cavernas subterráneas. Estas cavidades pueden formarse con el tiempo, especialmente cerca de minas activas o abandonadas, y en ocasiones se abren repentinamente, arrastrando vehículos, casas y calles.