Mantoverde, la operación minera de Capstone Copper en la Región de Atacama, está atravesando una etapa de gran impacto operativo. Durante el primer semestre de 2025, la producción de cobre aumentó un impresionante 161% en comparación con el mismo período del año anterior. Este avance significativo ha llamado la atención dentro de la industria minera nacional.
Según Óscar Flores, gerente general de Mantoverde, este crecimiento se debe principalmente a la incorporación de una nueva planta concentradora de sulfuros inaugurada el año pasado. Diseñada inicialmente para procesar 32,000 toneladas diarias, la planta ha superado esta capacidad, alcanzando un promedio de 32,400 toneladas por día. Este desempeño no solo incrementó la producción, sino que también logró reducir los costos operativos en un 36%, a pesar de enfrentar desafíos como el apagón eléctrico que afectó al país en febrero.
Un avance importante para Mantoverde es la reciente aprobación ambiental que permitirá ampliar la capacidad de la planta concentradora, elevándola de 32,000 a 45,000 toneladas diarias. Este proyecto, con una inversión estimada en US$176 millones, es considerado de bajo riesgo y alto retorno, y extenderá la vida útil del yacimiento de 19 a 25 años, según explicó Flores.
En línea con las demandas globales de sostenibilidad, Mantoverde logró en 2023 la certificación Copper Mark, convirtiéndose, junto a Manto Blanco, en una de las primeras operaciones de mediana minería en Chile en alcanzar este estándar. Este reconocimiento refleja auditorías rigurosas en áreas como medioambiente, derechos humanos, gobernanza y seguridad, un proceso que inició en 2022.
La estrategia de Capstone Copper en Chile va más allá de Mantoverde, enfocándose también en el proyecto Santo Domingo, ubicado a solo 35 kilómetros. Este ambicioso proyecto, con una inversión estimada en US$2,300 millones y una vida útil proyectada de 19 años, estará orientado a la producción de cobre y fierro, con la extracción adicional de cobalto y oro, agregando un valor significativo.
Santo Domingo ya cuenta con aprobación ambiental y está en proceso de actualización de su estudio de factibilidad, incorporando mejoras basadas en la experiencia de Mantoverde. La proximidad de ambas operaciones genera sinergias estratégicas que incluyen el uso compartido de infraestructura portuaria, equipamiento y contratos de servicios, además de aprovechar la planta de óxidos de Mantoverde para procesar los primeros minerales de Santo Domingo.
Flores destacó también que Mantoverde cuenta con el proyecto “Pirita-Cobalto”, aprobado ambientalmente, que busca aprovechar los relaves para producir cobalto y pirita. Esta iniciativa transforma residuos en fuentes de metales estratégicos, posicionando a Capstone Copper como un actor clave en el suministro de cobalto para energías limpias y electromovilidad.
De cara al futuro, Mantoverde tiene claro su plan de crecimiento. El próximo paso es ejecutar el proyecto MantoVerde Optimizado para ampliar la planta concentradora a 45,000 toneladas diarias, con inicio de construcción previsto para el próximo año y producción en 2027. Posteriormente, la compañía se enfocará en el desarrollo completo de Santo Domingo y en una segunda expansión para duplicar la capacidad a 90,000 toneladas diarias, respaldada por campañas de sondaje en curso. Flores se mostró optimista: “Somos una empresa con un potencial enorme para seguir creciendo”, concluyó, confiado en que Mantoverde y Capstone Copper consolidarán su liderazgo en la minería nacional.