La empresa estadounidense Albemarle Corporation dio un paso clave en la modernización de la industria del litio en Sudamérica al confirmar la finalización exitosa de la fase de validación operativa de su planta piloto de extracción directa de litio (DLE), ubicada en La Negra, región de Antofagasta. El hito se produce en un contexto de fuerte presión internacional para que Chile avance hacia modelos extractivos más eficientes y sostenibles.

La planta operó por más de tres mil horas durante noventa días continuos, logrando recuperar más del 94 % del litio presente en la salmuera procesada. Además, alcanzó una tasa de reutilización de agua cercana al 85 %, un resultado especialmente relevante en el desierto de Atacama, una de las zonas con mayor estrés hídrico del planeta.

Con estos resultados, Albemarle se prepara para presentar el Estudio de Impacto Ambiental de una futura planta comercial ante el Servicio de Evaluación Ambiental. La compañía señaló que la información obtenida en la etapa piloto ya fue incorporada al diseño definitivo del proyecto, lo que evidencia la madurez tecnológica del proceso y su viabilidad a escala industrial.

La tecnología DLE implica un cambio profundo respecto al método tradicional de evaporación solar de salmueras. A diferencia de las piscinas de evaporación, que requieren largos tiempos y generan impactos hídricos significativos, la extracción directa permite separar el litio de forma selectiva y más rápida, con la posibilidad de reinyectar la salmuera tratada al salar y reducir la presión sobre los ecosistemas.

Desde el gobierno chileno, el avance es observado con especial interés. La validación de esta tecnología se alinea con los lineamientos de la Estrategia Nacional del Litio impulsada por la administración del presidente Gabriel Boric, que busca promover una industria más limpia, eficiente y con mayor control ambiental.

El proceso de validación incluyó monitoreos exhaustivos de eficiencia, consumo de agua y estabilidad operativa, y se desarrolló en colaboración con centros de investigación y equipos de ingeniería locales. Albemarle destacó la participación de profesionales chilenos, un factor que podría incidir positivamente tanto en la evaluación ambiental como en la percepción pública del proyecto.

Este avance también fortalece la posición de la empresa frente a la creciente competencia global por el litio, mineral clave para la transición energética y la fabricación de baterías para vehículos eléctricos y sistemas de almacenamiento. En un escenario de demanda creciente, la eficiencia productiva y la sostenibilidad se han convertido en factores decisivos para acceder a los mercados más exigentes.

Aunque la validación de la planta piloto ha sido recibida con optimismo, el desafío ahora será demostrar en el proceso de evaluación ambiental que la tecnología no genera impactos negativos acumulativos en el frágil equilibrio del salar. El ingreso del EIA abrirá una etapa de análisis técnico y participación ciudadana que será crucial para definir si esta innovación marca efectivamente el inicio de una nueva etapa para la minería del litio en Chile.