Coppernico Metals Inc., de origen canadiense, dio a conocer el inicio de un programa geofísico de gran escala en su proyecto Sombrero, en Ayacucho, con el fin de perfeccionar los modelos geológicos y definir con mayor exactitud los futuros puntos de perforación. El plan contempla un levantamiento magnético aéreo con drones sobre aproximadamente 13,000 hectáreas y un estudio de gravedad terrestre en 7,000 hectáreas, el primero en realizarse en esta zona, lo que permitirá obtener una visión más precisa del sistema mineralizado de cobre y oro.

El levantamiento magnético abarcará unos 760 kilómetros de líneas de vuelo e incluirá, por primera vez, las áreas objetivo Antapampa y Tipicancha. Esta técnica permite identificar variaciones magnéticas en el subsuelo asociadas a estructuras vinculadas a depósitos tipo skarn y pórfido, ambos relevantes en la exploración de cobre, oro y otros metales de interés económico. En paralelo, se ejecuta el primer estudio de gravedad del proyecto, cuyo propósito es detectar cambios en la densidad de las rocas que revelen cuerpos intrusivos y corredores estructurales.

La compañía destacó que sondajes previos ya habían mostrado contrastes de densidad entre distintos grupos de rocas, lo que refuerza la utilidad del método para delimitar objetivos de mayor precisión. “Nuestro objetivo es construir una cartera robusta de zonas de alta ley listas para perforar”, señaló Ivan Bebek, presidente y CEO de Coppernico. Añadió que la integración de estos nuevos datos con los trabajos previos ayudará a comprender mejor el sistema mineralizado y a identificar áreas adicionales para futuras campañas.

El programa geofísico está siendo ejecutado por la empresa peruana Deep Sounding EIRL y se desarrollará durante varios meses. Los resultados se irán procesando de manera continua para actualizar el modelo geológico 3D del proyecto y orientar la selección de los próximos puntos de perforación. Tim Kingsley, vicepresidente de Exploración, subrayó que la combinación de magnetometría, gravedad e IP permitirá detectar anomalías coincidentes y entender con mayor claridad las zonas cubiertas del sistema.

Sombrero inició su consolidación como proyecto en 2015, cuando Coppernico adquirió la propiedad gracias a su ubicación estratégica en la prolongación del corredor Andahuaylas–Yauri, reconocido por albergar importantes depósitos skarn y pórfido. La compañía reunió entonces un paquete de concesiones que hoy supera las 56,000 hectáreas y estableció acuerdos de acceso con las comunidades, lo que permitió avanzar con trabajos de superficie y posteriores campañas de perforación.

Entre 2018 y 2020, se desarrollaron actividades de mapeo, muestreo, geofísica y datación de intrusiones, lo que permitió priorizar objetivos. En 2024, el proyecto obtuvo los permisos necesarios —incluido el de uso de agua— para perforar su zona principal. La primera fase de perforación, realizada entre 2024 y 2025, acumuló cerca de 8,200 metros en 20 sondajes diamantinos y confirmó amplios intervalos de mineralización de cobre y oro, validando el modelo geológico y posicionando a Sombrero como un proyecto avanzado con varios objetivos listos para nuevas etapas de exploración profunda.