La demanda china de oro, proveniente del mayor consumidor mundial de este metal, registró en octubre una contracción considerable. Según datos recientes del Departamento de Censos y Estadísticas de Hong Kong, las importaciones netas a través de ese territorio disminuyeron cerca de un 64 % respecto de septiembre. Esta caída marca un cambio relevante en los flujos internacionales del mercado aurífero y abre nuevas dudas sobre la evolución del consumo interno en China.
En términos numéricos, las importaciones netas descendieron de 22.047 toneladas métricas en septiembre a solo 8.02 toneladas en octubre. El retroceso ocurrió tras varios meses de relativa estabilidad en el ingreso de oro por uno de los principales canales de abastecimiento del país. De igual forma, el volumen total de oro importado vía Hong Kong cayó un 17 %, pasando de 36.275 a 30.08 toneladas.
Analistas del sector aurífero atribuyen este movimiento a una pérdida de impulso en la demanda china. Mientras la primera mitad del año mostró señales de fortaleza, el panorama reciente evidencia el impacto de factores macroeconómicos, regulatorios y fiscales que han reducido el interés por el metal en distintos segmentos del mercado.
Un factor central en este giro ha sido la eliminación de una exención tributaria clave. Desde el 1 de noviembre, el gobierno suspendió el beneficio del IVA para determinadas operaciones de compra de oro en las bolsas de Shanghái, lo que encarece el metal para fabricantes de joyería y usuarios industriales. Esta modificación, según especialistas, podría mantener presionado el consumo durante los próximos meses.
El enfriamiento de la demanda china también se refleja en otras rutas comerciales internacionales. Las exportaciones de oro desde Suiza hacia China se desplomaron un 93 % en octubre, al caer de 30.8 toneladas en septiembre a apenas 2.1 toneladas. Esta tendencia refuerza la idea de un ajuste más amplio en el mercado y podría estar vinculada a decisiones tácticas por parte de las autoridades y principales operadores del sector.
Pese al retroceso en el consumo comercial, el Banco Popular de China mantuvo su política de acumulación de reservas. Octubre se convirtió en el duodécimo mes consecutivo de incremento en sus tenencias oficiales, que pasaron de 74.06 a 74.09 millones de onzas troy finas. Esta estrategia busca consolidar la estabilidad financiera del país y diversificar sus activos en un escenario global cargado de incertidumbre.
Para los países exportadores de oro, entre ellos varias naciones latinoamericanas como México, este cambio en el patrón de importaciones chinas implica la necesidad de seguir de cerca el comportamiento del mercado asiático. Aunque el menor dinamismo podría generar presiones de corto plazo en precios y volúmenes, también abre oportunidades para ajustar estrategias, fortalecer certificaciones y explorar nuevos destinos comerciales.
Es importante destacar que el atractivo del oro como activo de reserva se mantiene firme. La constante acumulación por parte del banco central chino compensa parcialmente la baja en la demanda industrial y joyera, ofreciendo un soporte adicional a los precios internacionales. Para la industria minera global, este respaldo institucional sigue siendo un factor clave para sostener inversiones y operaciones.
La caída del 64 % en las importaciones netas por Hong Kong, si bien abrupta, debe interpretarse dentro de un contexto marcado por factores coyunturales como condiciones cambiarias, ajustes logísticos y decisiones regulatorias. Para los productores de América Latina, el momento exige observar con mayor detalle la evolución del mercado chino, diversificar destinos y reforzar las prácticas de minería responsable que hoy son esenciales para competir en el mercado global.
















