Por primera vez en la historia de las negociaciones climáticas, los minerales de transición han sido incluidos en el texto preliminar del Programa de Trabajo para una Transición Justa (PTTJ) en la COP30, reconociendo su papel crucial para cumplir los objetivos del Acuerdo de París. Este avance histórico sitúa los derechos humanos, los derechos de los Pueblos Indígenas y la equidad en el corazón de las decisiones sobre cómo el mundo extrae y utiliza los minerales esenciales para la energía limpia.
La inclusión de los minerales de transición en el texto inicial del PTTJ abre una oportunidad única para reorientar la política climática global. Las discusiones actuales en Belém son clave para asegurar que el nuevo modelo energético no repita los errores del extractivismo del pasado, especialmente en el Sur Global, donde se concentra la mayoría de estos recursos.
Melissa Marengo, del Natural Resource Governance Institute (NRGI), destacó: “Por primera vez, los minerales están en el escenario principal de las negociaciones de la COP, ya no son un tema marginal. El objetivo es claro: proteger este progreso y lograr un resultado en la COP30 que sea equilibrado, con visión de futuro y centrado en la prosperidad de los países y comunidades productoras, y no únicamente en la seguridad del suministro”.
Por su parte, Anabella Rosemberg, de Climate Action Network International, advirtió que “la transición debe funcionar para las personas que viven junto a las minas, para quienes cargan con los riesgos, y para las comunidades del Sur Global que merecen dignidad y justicia económica, no sólo promesas en papel”.
Las discusiones de hoy y mañana serán críticas para que las Partes acuerden un texto que refleje aspiraciones comunes: desde proteger los derechos y el ambiente hasta aprovechar las dotaciones minerales para satisfacer las necesidades de desarrollo y energía. Se necesita una decisión sólida del PTTJ en la COP30.
Las negociaciones continúan con atención puesta en el Mecanismo de Acción de Belém, una herramienta clave para garantizar que los principios de equidad, derechos y desarrollo sean vinculantes en la gobernanza de los minerales a nivel global.















