Experiencia E 2025 reunió recientemente a especialistas y empresas dedicadas a la electromovilidad, la innovación tecnológica y las energías sostenibles. En su jornada inaugural, el encuentro incluyó paneles y exposiciones donde Aclara, compañía minera enfocada en tecnología y producción de tierras raras, presentó el rol estratégico de estos minerales en el avance hacia la descarbonización al año 2050.
Durante la charla “Tierras Raras y su rol en la electromovilidad: Una oportunidad para Chile”, el gerente general de Aclara, Nelson Donoso, abordó la relevancia del terbio (Tb) y el disprosio (Dy) presentes en arcillas iónicas del sur de Chile, especialmente en la Región del Biobío. Subrayó que estos elementos resultan indispensables para la transición energética, pues permiten el funcionamiento de motores eléctricos, turbinas eólicas y otras tecnologías cruciales.
Donoso también destacó los beneficios sociales y de desarrollo humano asociados al proyecto que la empresa impulsa en Penco. Con expectativas de iniciar operaciones en 2027, la iniciativa podría generar cerca de 2.200 empleos directos e indirectos, revitalizando la actividad minera y manufacturera histórica de la zona. Según el ejecutivo, esta oportunidad llega en un momento clave para posicionar a Chile como un actor relevante en la cadena global de suministros estratégicos.
El gerente general añadió que la demanda mundial de tierras raras pesadas —como el disprosio y el terbio— crecerá significativamente en los próximos años, superando holgadamente la capacidad de producción vigente, estimada en unas 3.200 toneladas. Las proyecciones apuntan a requerimientos de más de 4.800 toneladas en 2030 y alrededor de 5.800 en 2035. En este escenario, señaló, Chile podría aportar hasta un 35% del déficit esperado hacia 2030, fortaleciendo su papel en la provisión de materiales esenciales para electromovilidad y robótica.
Finalmente, Donoso explicó los avances de la cadena productiva basada en tierras raras que Aclara impulsa junto a CAP, destacando la importancia de incorporar etapas como la separación de minerales, la fabricación de aleaciones y la magnetización, procesos que hoy se concentran casi exclusivamente en Asia. También remarcó el reconocimiento obtenido por el proceso de Cosecha Circular de Minerales, que recircula el 95% del agua utilizada, no genera relaves ni residuos líquidos y contempla la revegetación con especies nativas en más de 100 hectáreas, además de la protección de otras 90 en torno al estero Penco.















