El presidente de Petroperú, Alejandro Narváez, reiteró un mensaje similar al de la presidenta Dina Boluarte, afirmando que el futuro de la empresa estatal es “promisorio y brillante”. En una entrevista con Exitosa, destacó que para este año se proyecta alcanzar el “punto de equilibrio” y que para 2026 la compañía volverá a generar utilidades.
Narváez, quien en ocasiones anteriores ha señalado como responsables de la situación actual del ente estatal al Banco Central de Reserva (BCR), a diversas entidades financieras y a expresidentes de Petroperú, calificó de “irresponsables” las críticas fundamentadas de analistas sobre el estado de la empresa. Asimismo, minimizó la importancia de los préstamos que el Estado ha otorgado a la petrolera, asegurando que serán pagados más adelante, al igual que las deudas pendientes.
Sin embargo, para el analista Anthony Laub, las declaraciones del titular de Petroperú no reflejan la realidad. Indicó que la supuesta participación de la empresa en el mercado nacional, que Narváez sitúa en un 30%, no toma en cuenta que hace una década esa cifra era cercana al 50%. “No hay sustento técnico ni económico en sus afirmaciones. Asumió la presidencia con pleno conocimiento de los activos y pasivos, pero la gestión ha sido ineficiente, sabiendo que el Estado y sus ministros corregirán los errores”, señaló.
Por su parte, Fernando De la Torre, exgerente de Finanzas de Petroperú, consideró que las palabras de Narváez sobre un futuro prometedor son “solo un deseo” y no están alineadas con los números actuales. Explicó que el ratio de deuda de la empresa es 3.4 veces su patrimonio, muy por encima de compañías similares como ENAP de Chile (0.02 veces) y Ecopetrol de Colombia (1.91 veces).
De la Torre agregó que en diciembre de 2013, antes de la construcción de la Refinería de Talara, el capital de trabajo —es decir, los fondos para gastos operativos y compromisos a corto plazo— mostraba un déficit de US$52.9 millones, pero para fines de 2024 esa cifra se elevó a US$1,945 millones en negativo. “Es imposible aumentar ventas con un capital de trabajo tan deteriorado”, advirtió.
El analista José Antonio Mansen también señaló que, tras el convenio para exportar combustible a Ecuador, resulta poco viable construir un oleoducto de 60 a 70 kilómetros para conectar con ese país, debido a limitaciones operativas. “Sería necesario desarrollar instalaciones de almacenamiento, sistemas de bombeo y un oleoducto paralelo al actual Oleoducto Ramal Norte para transportar 200,000 barriles diarios hacia la Estación 5, además de modernizar el Tramo II para duplicar la capacidad de bombeo de 95,000 a 200,000 barriles diarios, todo para transportar el petróleo ecuatoriano hacia el Terminal Bayóvar”, explicó.