La minería está transitando hacia un modelo cada vez más digital, automatizado y conectado. Sin embargo, el verdadero cambio no está solo en la tecnología, sino en las personas que lideran estos procesos. Así lo afirma Mario Saavedra, Director en la Cámara Chileno-Sudafricana, quien advierte que el profesional minero del siglo XXI ya no se define por su dominio técnico, sino por su capacidad de integrar personas, tecnología y estrategia.
“Hoy ya no basta con saber operar maquinaria o entender procesos. Se requiere pensamiento crítico, liderazgo en entornos digitales y, sobre todo, habilidades para movilizar equipos diversos en escenarios cambiantes”, declara Saavedra.
Este cambio de paradigma está empujando a las instituciones educativas, especialmente en el sur del país, a repensar sus enfoques formativos. Aunque aún existe una brecha entre las mallas curriculares y las necesidades reales de la industria moderna, Saavedra destaca iniciativas concretas que están marcando la diferencia, como la Feria de Generación Innovadora de Tecsup Arequipa (26 de junio) y el evento PERUMIN Jóvenes (29 y 30 de octubre), que conectan a estudiantes con los desafíos reales de la minería peruana.
Tecnología y liderazgo: la nueva ecuación minera
Las tecnologías que están transformando el sector, como sensores IoT, IA para mantenimiento predictivo, minería remota y gemelos digitales, requieren profesionales capaces no solo de utilizarlas, sino de liderar su adopción de manera estratégica.
“El reto no es usar la herramienta, sino entender cuándo y cómo implementarla, con qué propósito y qué impacto tiene en las personas. Eso exige visión de negocio, empatía y capacidad de liderar el cambio”, explica Saavedra.
Formación con propósito: el rol de la academia
Aunque algunas universidades y centros técnicos del sur del Perú están incorporando contenidos de innovación, sostenibilidad y transformación digital, Saavedra considera que el avance es aún desigual. Propone establecer comités mixtos regionales entre empresas, instituciones educativas, gobiernos y gremios, para co-crear perfiles de egreso alineados con las demandas reales del sector.
“Cuando hay colaboración entre industria y academia, la brecha se reduce rápidamente. El desafío es institucionalizar ese trabajo conjunto”, afirma.
Sur del Perú: ¿nuevo polo de talento minero?
Para que esta transformación se consolide, Saavedra considera clave fortalecer las alianzas estratégicas y la articulación territorial.
“La inversión llega cuando hay claridad de objetivos. Si conectamos a los actores con visión compartida, el sur puede convertirse en un hub de talento aplicado a minería, manufactura y otras industrias estratégicas”, finaliza.
Con la tecnología avanzando a pasos agigantados, el futuro de la minería en el Perú no dependerá únicamente de la infraestructura o los recursos, sino de su gente: líderes capaces de conectar innovación, sostenibilidad y propósito.