A fines de mayo, Compañía Minera Santa Luisa, filial de la japonesa Mitsui, informó que su mina polimetálica Huanzalá, en Áncash, paralizó sus operaciones desde el 26 de ese mes. Esta mina, con 51 años de producción continua de minerales, entrega concentrados de zinc, plomo y cobre. La paralización se debió a una falla técnica que afectó la energía eléctrica necesaria para sus procesos.

Según un reporte presentado a la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV), el transformador principal de 9 megavoltios-amperio (MVA), encargado de abastecer de energía a la planta, sufrió una falla interna el lunes 26 de mayo a las 11:00 a.m. Durante los días posteriores, las operaciones se redujeron a servicios esenciales, que se mantuvieron gracias al uso de grupos electrógenos.

Tras realizar las reparaciones y ajustes necesarios, la minera comunicó que el miércoles 4 de junio logró reanudar completamente sus actividades productivas. Para ello, implementaron un transformador alternativo de 5 MVA junto con grupos electrógenos adicionales, una configuración que actualmente cubre toda la demanda energética de la planta concentradora.

Hasta el momento, Compañía Minera Santa Luisa no ha precisado si esta interrupción afectará sus metas de producción para el segundo trimestre del año, por lo que se espera mayor información en los próximos reportes financieros y operativos.

En cuanto a aspectos ambientales, en diciembre pasado el Servicio Nacional de Certificación Ambiental para las Inversiones Sostenibles (Senace) aprobó el Segundo Informe Técnico Sustentatorio presentado por la empresa. Este documento contempla modificaciones en la unidad minera Huanzalá que generan impactos ambientales negativos no significativos, con medidas claras para su prevención y mitigación, cumpliendo con las normativas vigentes del sector minero y ambiental.