La mina Las Bambas, de la compañía china MMG, lleva un mes y medio invadida por la comunidad de Fuerabamba y no produce cobre desde el 20 de abril, fecha en la cual suspendió su producción, lo que ha afectado –principalmente– a las regiones de Apurímac y Cusco. ¿Cuál es el aporte de esta unidad minera a ambas regiones y el país?
Para tener una idea, durante la paralización de la mina, el país y la región Apurímac han dejado de percibir S/5.2 millones diarios de canon y regalías. Es decir, S/197.6 millones hasta hoy, 28 de mayo.
Las Bambas genera cerca de 9,000 empleos, entre directos (planilla) e indirectos (a través de proveedores), y permite crear aproximadamente otros 75,000 inducidos, según datos de la Sociedad Nacional de Minería Petróleo y Energía (SNMPE). Sin embargo, cuando se mira el impacto de la operación en la región, resalta su influencia en la economía apurimeña: representa el 70% del Producto Bruto Interno (PBI), de acuerdo con Macroconsult.
Como ejemplo, este año, Las Bambas contribuirá a la economía de Apurímac con S/314.5 millones por concepto de canon minero. Tal monto será resultado de sus primeras utilidades tributarias, registradas en 2021.
De la suma, en enero pasado el Ministerio de Economía y Finanzas había transferido S/143 millones a la región como adelanto de canon.
El efecto en la actividad económica y en el empleo también se ve reflejado en el PBI per cápita anual de la región, que es de S/15,047, está entre los 8 más altos del país. Y el efecto en el empleo no se produce solo en Apurímac, sino también en el Cusco.
De los 9,000 trabajadores directos e indirectos, casi la mitad es de las dos mencionadas regiones: el 28% tiene origen apurimeño, mientras que el 21% son cusqueños.
A ello se suma que la producción de Las Bambas representa el 70% del Producto Bruto Interno (PBI) de Apurímac y aporta el 17% del cobre que se produce en el país, según la SNMPE.
Urge solución
A pesar del motor que supone para Apurímac y Cusco, Las Bambas continúa paralizada y ni el estado de emergencia decretado por el Gobierno o la reunión del Ejecutivo con la comunidad han permitido ponerle fin al conflicto y que se reanuden las operaciones.
El presidente del Consejo de Ministros, Aníbal Torres, también participó –casi obligado– en el diálogo esta semana, pero su presencia en la zona solo avivó el fuego. Hasta el momento, los comuneros mantienen la medida de fuerza. El resultado final fue que el mismo Torres aseguró que solo retirarán el estado de emergencia cuando retorne la calma.
“Como les dije a ellos (los comuneros) en esa reunión: el estado de emergencia se levanta inmediatamente luego de que se recupere la paz social. Ellos levantan su huelga y nosotros levantamos el estado de emergencia. No hay ningún problema. Y, a pesar de eso, nosotros continuamos para que ambas partes negocien con la intervención del Estado”, aseguró. A un mes y medio del conflicto y de millonarias pérdidas, ¿solo queda esperar?
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