Lun. Jun 5th, 2023

¿Qué opina sobre la situación política actual en Perú y cree que la retórica preelectoral de los candidatos podría generar cambios tangibles en el sector minero del país?

Los políticos en Perú son similares a los políticos de todo el mundo. Prometen una serie de cosas, pero no se dan cuenta de que existen controles y contrapesos. En el caso de Perú, esto significa la conformación del Congreso. En el Congreso actual, donde están representados 10 partidos políticos, ni el señor Castillo ni la señora Fujimori tienen el control. El sistema peruano requiere diálogo para llegar a consensos. Un candidato puede decir lo que quiere hacer, pero convertir esto en legislación es otro asunto. Hay algunas instituciones independientes en el Perú que realmente funcionan, y una de ellas es el Banco Central del Perú (BCRP), que actúa como asesor económico de la economía peruana. Quien gane las elecciones debe comprender los desafíos económicos a los que nos enfrentamos y actuar en consecuencia.

Cualquier cosa que pueda ser decidida por la política en Perú requerirá una evaluación de nuestra competitividad, comparando cosas como impuestos y procedimientos de permisos con jurisdicciones mineras líderes como Canadá, Australia y Chile, países que han tenido más éxito que nosotros en atraer inversiones. Espero que prevalezca el sentido común y, como sector privado, estamos trabajando activamente con los políticos para convencerlos de que este es el camino a seguir.

¿Cree que la turbulencia política está provocando retrasos en proyectos de desarrollo, como el JV Yanacocha Sulfuros entre Newmont y Buenaventura?

La situación política puede haber sido un factor que contribuyó al aplazamiento del desarrollo de Sulfuros de Yanacocha, pero hay varios otros factores en juego. Deben tenerse en cuenta tanto factores técnicos como macro, incluido el resultado de la elección.

¿A qué atribuye el sentimiento negativo hacia la industria minera en algunas regiones?

Hay una serie de razones por las que existe un sentimiento negativo hacia la minería, una de las cuales es la expectativa, y el gobierno juega un papel en esto. Daré el ejemplo de Las Bambas. Cuando el Sr. Vizcarra era ministro de Transporte, fue a negociar con la comunidad de Cotabambas y dijo que el gobierno iba a construir una carretera asfaltada, lo que nunca sucedió. Esto ha llevado a años de conflicto, y la empresa minera ha tenido la mayor parte de la culpa.

Perú es un país muy centralizado y muchos líderes de comunidades rurales creen que la minería reemplazará al gobierno en sus regiones, lo cual no es realista. La falta de habilidades de gestión en los tres niveles de gobierno – nacional, regional y provincial – es terrible en Perú. El sector privado necesita más diálogo para presentar y convencer a las comunidades locales de los beneficios que puede traer la minería, y las autoridades gubernamentales no ayudan en este sentido. Sin embargo, tenemos que ser críticos con nosotros mismos antes de criticar a los demás y, como industria, creo que podemos hacerlo mejor.

¿Cómo podría Perú estimular la exploración y revertir la tendencia a la baja en la producción de oro?

La exploración es la esencia de la industria minera. Sin embargo, en Perú, la exploración requiere tantos permisos como poner una mina en operación, lo cual es absurdo. En Perú, puede llevar de seis a ocho meses obtener un permiso para perforar. En comparación, en México solo toma tres semanas. Las empresas mineras tienen la responsabilidad de convencer a nuestras autoridades de que la exploración es investigación, no tiene un impacto importante en la naturaleza y le brinda mucha información. Lo que estamos extrayendo hoy en Perú son todos los depósitos que tienen afloramientos en la superficie. No hemos descubierto un depósito profundo y oculto, pero en todo el mundo ha habido una serie de descubrimientos de clase mundial en profundidad. Perú aún tiene mucho por descubrir.

¿Cuál es el estado actual del proyecto San Gabriel y cuándo podría pasar a producción?

Estamos trabajando activa y con entusiasmo para desarrollar San Gabriel, que actualmente se encuentra al final de su proceso de permisos. Iniciamos el proceso de consulta previa hace dos años, seguimos teniendo reuniones con las comunidades locales y el gobierno sigue apoyando su desarrollo como parte de la reactivación económica posterior al COVID-19. Las autoridades siempre hacen referencia a San Gabriel cuando hablan de proyectos activos en la cartera de desarrollo de Perú. Actualmente estamos evaluando la posibilidad de utilizar energía solar para San Gabriel, que tiene una ubicación ideal para beneficiarse de dicha fuente de energía. La mina debería estar en producción para 2023.

¿Puede contarnos sobre la inversión de Buenaventura en Tinka Resources?

La inversión de Buenaventura en Tinka Resources tiene un doble objetivo. En primer lugar, es un excelente depósito con excelente gestión. En segundo lugar, el proyecto Ayawilca se ubica cerca de la tendencia donde ya estamos operando, así como El Brocal. Te contaré una anécdota. La primera mina que exploró el joven Alberto Benavides en 1946, llamada Colquipucro, fue en la zona de Tinka Resources. La región central del Perú es un área muy mineralizada, y no es casualidad que estemos invirtiendo aquí nuevamente.

¿Tiene un mensaje final para la industria minera peurviana, en el bicentenario de la independencia del país?

Yo diría que el Perú tiene un futuro brillante. También agregaría que el 2021 no es el verdadero bicentenario de nuestra independencia, de hecho, será el 2024, que es 200 años después de que se librara la última batalla contra los españoles. En estos próximos tres años, los sectores público y privado deben trabajar juntos para aprovechar las oportunidades que se nos presentan. Tenemos que opinar e involucrarnos más en la sociedad civil. Esta elección ha demostrado que tenemos que ser más activos y seremos más activos para contribuir al bienestar de nuestro país.

Global Business Report


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