Durante la última década, se han extraído 43 millones de toneladas de cobre que nunca han sido procesadas. Por el contrario, el metal yace atrapado en montones gigantes de roca estéril en docenas de minas desde Chile hasta Australia.
Ese cobre desaprovechado, demasiado difícil de extraer utilizando métodos de minería convencionales, podría aliviar la inminente escasez del metal que ha enviado los precios a cifras récord.
La startup Jetti Resources dice tener la tecnología para liberar ese metal, que se espera que para el 2050 crezca más de cinco veces, según CRU Group. Eso es el equivalente a más de una década de suministro de una mina y un valor de US$2,4 billones a precios actuales.
“Es un eje para desbloquear una base desperdiciada de recursos y convertirla en reservas que puedan ser utilizadas”, dijo Mike Outwin, director ejecutivo y fundador de Jetti Resources. “Es por eso que este problema ha sido llamado el santo grial”.
Los inversionistas se han estado acumulando en el cobre a medida que el estímulo global impulsa la demanda y las proyecciones a más largo plazo muestran que la oferta no coincidirá con el aumento en el consumo de la transición a la energía verde.
Con pocas minas nuevas en desarrollo, tanto Trafigura Group, el principal comerciante de cobre del mundo, como Goldman Sachs Group Inc. dicen que en los próximos años, los precios podrían alcanzar los US$ 15,000 la tonelada.
Jetti, dijo que está en conversaciones con algunos de los mineros más grandes del mundo sobre la aplicación de su tecnología. El directorio de la compañía incluye al exdirector ejecutivo de BHP Group, Chip Goodyear, así como a un exdirector financiero de Xstrata Plc y exdirectores de cobre de Anglo American Plc y Rio Tinto Group.
La empresa con sede en Boulder, Colorado, ha desarrollado un catalizador que permite liberar cobre a partir de minerales de calcopirita de bajo grado, que pueden tener un contenido de metal muy por debajo de 1%, al interrumpir el enlace del metal-azufre del mineral.
Los métodos tradicionales de lixiviación, que disuelven el metal para formar una solución débil de sulfato de cobre, provocan la formación de una película sobre el cobre en estos minerales, lo que impide su extracción.
El nuevo proceso se podría incorporar a las plantas existentes y aumentar la producción entre un 20% y un 100%, según el tipo de operación, señaló Jetti.
La compañía instaló su primera planta comercial el año pasado en una mina en Arizona administrada por Capstone Mining Corp. Capstone dice que en las próximas dos décadas, tras procesar millones de toneladas de roca estéril, espera producir 350 millones de libras adicionales de cobre, por un valor de más de US$ 1,600 millones a los precios actuales.
Actualmente, Jetti tiene una cartera de 23 proyectos en varias etapas, incluidos cinco pilotos y tres en operación que buscará convertir a un estado comercial en el 2022. A mediados de la década, sus plantas podrían comenzar a tener un impacto material en el suministro mundial de cobre.
El procesamiento de millones de toneladas de cobre que ya se han extraído extenderá la vida útil de las minas existentes y permitirá que los nuevos proyectos procesen mineral de menor calidad desde el principio.
Aún así, aunque la innovación de Jetti podría extraer millones de toneladas de cobre durante las próximas tres décadas, no revolucionará la producción como lo hicieron las nuevas tecnologías con el esquisto o incluso el níquel. En cambio, ayudará a llenar la brecha de oferta que se avecina.
“Estamos desbloqueando un recurso colosal varado, pero no lo haremos en un período de tiempo increíblemente corto que inunde a la industria con una producción excesiva o con un costo dramáticamente más bajo que con el que se hace actualmente”, dijo Outwin.
Bloomberg